La cifra de fallecimientos por la COVID-19 en territorio británico alcanzó este jueves un nuevo récord diario con 861 muertes.
El Gobierno del Reino Unido anunció este jueves que el confinamiento obligatorio se extenderá durante, al menos, tres semanas más, después de que se registrasen 861 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, lo que supone un nuevo récord diario. En ausencia del primer ministro, Boris Johnson, que sigue convaleciente de la COVID-19, su sustituto temporal, el titular de Exteriores, Dominic Raab, subrayó que la prórroga del cerrojazo estricto hasta alrededor del 7 de mayo es necesaria para evitar la propagación de la epidemia.
Al cumplirse este jueves el plazo legal para revisar las medidas de confinamiento y distanciamiento social decretadas hace tres semanas, Raab advirtió de que su relajación podría provocar un "segundo pico", lo que "aumentaría sustancialmente el número de muertes". Explicó que el Gobierno ha tomado esas medidas después de mantener varias reuniones con el gabinete de ministros y con el comité de emergencia Cobra, entre evidencias, no obstante, de que el brote de coronavirus podría haber "alcanzado su pico".
El ministerio de Sanidad del Reino Unido informó este jueves de que el número de muertos por coronavirus en hospitales británicos se incrementó hasta 13.729, si bien Raab destacó que las medidas de distanciamiento social están siendo "exitosas". La cifra de nuevos fallecimientos diarios, que no contempla los decesos ocurridos fuera de centros sanitarios, supera a la registrada el Viernes Santo, de 780, la más alta hasta el momento.
El ministerio de Sanidad del Reino Unido indicó además que, hasta las 8.00 GMT de este jueves, se han aplicado test para detectar el virus a un total de 327.608 personas, de las que 103.093 habían dado positivo. "Paso a paso, nuestro plan de acción está encaminado a ralentizar la propagación del coronavirus para que menos gente necesite tratamiento hospitalario", declaró Raab durante la rueda de prensa diaria, en la que estuvo acompañado por el asesor médico y el científico del Gobierno, Chris Whitty y Patrick Vallance, respectivamente.
El jefe de la diplomacia británica recordó que, aunque el distanciamiento social está dando frutos, los asesores advierten de que las evidencias son aún "mixtas e inconsistentes" y reconoció que todavía no se han reducido "las tasas de infección tanto como querríamos". "Cualquier cambio ahora en las medidas de distanciamiento social pondría aumentar significativamente las infecciones", subrayó Raab, quien insistió en que "cualquier relajación" de esas condiciones supondría un riesgo para "la salud pública y para la economía".
Por ello, señaló que el Gobierno solo consideraría la desescalada del confinamiento cuando esté claro que el Servicio Nacional de Salud (NHS) "puede hacer frente" a la epidemia, haya "evidencia de una caída sostenida y constante en las tasas de mortalidad diarias" y "los datos fiables" muestren que la "tasa de infección cae a niveles manejables". El Ejecutivo, agregó, también debe tener atados para llegar a ese escenario "ciertos desafíos operativos", como "garantizar test y cantidades adecuadas" de Equipos de Protección Personal (EPIs) y "estar seguros de que cualquier ajuste no provocará un segundo pico".
(Con información de EFE)
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