El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, tildó de "cínico" e "indecente" plantear ahora nuevas sanciones contra Moscú por los bombardeos contra la ciudad siria de Alepo.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, descartó una nueva Guerra Fría y que Moscú busque debilitar a la Unión Europea (UE) en una reunión con empresarios europeos. "No tenemos contradicciones ideológicas que hagan inevitable una Guerra Fría. La democracia y el libre mercado es aceptada por ambas partes", dijo Lavrov, citado por medios locales.
Eso sí, dijo, "no puede haber justificación para lo que llaman democratización a cualquier precio: destrucción de sociedades y desprecio a sus tradiciones, su cultura y sus valores". "Rusia nunca va a darle un barniz de ideología a sus posturas. Siempre estaremos dispuestos al diálogo sincero y mutuamente beneficioso para superar los problemas, que surgieron no por nuestra culpa", comentó.
Quiere una UE unida y fuerte. Lavrov se mostró sorprendido por las recientes declaraciones del presidente de la Comisión Europea, Donald Tusk, sobre que "el principal objetivo de Rusia es debilitar a la UE". "No puede haber nada más lejos de la verdad que dichas declaraciones infundadas. Lo hemos dicho y demostrado en numerosas ocasiones que queremos ver una UE fuerte, unida y autónoma", destacó
Guerra civil en Siria. Y expresó su confianza en que dicha postura no sea apoyada por los países miembros de la UE, ya que adujo que es una muestra de "rusofobia" y repercutirá "negativamente" en la cooperación, especialmente en el plano comercial.
El jefe de la diplomacia rusa tildó de "cínico" e "indecente" plantear ahora nuevas sanciones contra Rusia por los bombardeos contra la ciudad siria de Alepo, calificados de "crimen de guerra" por las Cancillerías occidentales. (EFE)
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