Hay islas de plásticos en las costas entre Chile y Perú del tamaño de México. En el océano, el plástico para cuya fabricación se usa petróleo se degrada en millones de microfragmentos que son ingeridos por peces y mariscos y quedan atrapados en su organismo.
Las bolsas plásticas tienen, por ley, sus días contados en Chile. El Gobierno decidió ampliar a todo el territorio la prohibición de las bolsas plásticas en los comercios que hasta ahora estaba restringida a las poblaciones costeras y a la turística Patagonia chilena.
La norma apunta a "prescindir" de las bolsas que se han vuelto un dolor de cabeza para el país, por lo cual "tenemos que abordarlo todos los chilenos y por eso optamos por una prohibición a nivel nacional", explicó la ministra del Medioambiente de ese país Marcela Cubillos.
La ley, aprobada por el Congreso a finales de mayo, debería ser promulgada en los próximos días por el presidente Sebastián Piñera, una vez que el Tribunal Constitucional desestimó a principios de julio un recurso de las empresas productoras de plásticos.
Despidos
Los fabricantes de bolsas se quejan de que la ley está provocando pérdidas económicas cercanas al 50% de sus ingresos y las obligó a despedir trabajadores y a buscar otros rubros con el fin de mantenerse en el mercado.
La prohibición de las bolsas, que incluye a las reutilizables y las biodegradables, ya había sido adoptada por más de un centenar de comunas, la mayoría de ellas costeras, cansadas de la contaminación provocada por los plásticos.
A partir de la promulgación de la ley, los supermercados y grandes tiendas tienen seis meses para dejar de entregar bolsas a sus clientes, mientras que las llamadas tiendas de barrio o pequeño comercio tendrán un periodo de adaptación a la norma de dos años. Quienes no la cumplan, deberán pagar multas de hasta 350 dólares, según el gobierno.
(Información de AFP).
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