Los presidentes de Ecuador y Venezuela consideran como un golpe de estado la decisión del Senado de apartar a Dilma Rousseff de la presidencia.
Los gobiernos de Ecuador y Venezuela decidieron retirar este miércoles a sus embajadores en Brasil, tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
Apología. "Destituyeron a Dilma. Una apología al abuso y la traición. Retiraremos nuestro encargado (de negocios) de la embajada" en Brasilia, escribió el mandatario ecuatoriano Rafael Correa en su cuenta Twitter.
Puesto. En mayo, Quito llamó a consultas a su embajador en Brasil, Horacio Sevilla, que desde entonces no volvió al puesto y en junio fue nombrado representante permanente de Ecuador ante Naciones Unidas.
Venezuela. En tanto, el gobierno venezolano anunció hoy el retiro de su embajador y el congelamiento de sus relaciones con Brasil al condenar "enérgicamente" la destitución de la presidenta Dilma Rousseff con un "golpe de Estado parlamentario".
Relaciones. Venezuela "ha decidido retirar definitivamente a su embajador" en Brasil, Alberto Castellar, "y congelar las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno surgido de este golpe parlamentario", subrayó la cancillería, en un comunicado.
Maduro. En su cuenta de Twitter, el presidente Nicolás Maduro expresó "toda la solidaridad" con Rousseff. "Condenamos el Golpe Oligárquico de la derecha ¡Quién Lucha Vence!", escribió.
Destitución. Dilma Rousseff perdió este miércoles su cargo de presidenta de Brasil al ser destituida por el Senado, sin embargo, podrá mantener sus derechos para ocupar cargos públicos, en una decisión inesperada.

