Por primera vez en casi 60 años, Cuba es gobernada por un dirigente que no lleva el apellido Castro. Conoce al hombre que tratará de sacar adelante una revolución que se resiste a morir.

Paciencia, perfil bajo y extrema lealtad. Tres cosas que caracterizan al próximo líder de Cuba: Miguel Díaz-Canel. Se trata de un ingeniero electrónico de 58 años, quien como vicepresidente fue la mano derecha de Raúl Castro y ahora fue elegido presidente de la isla.
Es la primera vez en casi 60 años que Cuba será gobernada por alguien que no se apellide Castro ni combatió en la llamada “revolución de los barbudos”. Pero aunque es un importante cambio generacional, no se prevén reformas económicas profundas pese al clamor de la gente.
“En el tema económico nosotros estamos planteando la actualización del modelo, manteniendo las bases del socialismo, de la planificación y no del mercado, manteniendo como postulado la propiedad social sobre los medios de producción, ha dicho Díaz-Canel.
Experiencia y perfil
Según Raúl Castro, su sucesor no es ni un novato ni un improvisado. Díaz-Canel pasó por todos los niveles de dirección del Partido Comunista Cubano y del Gobierno. Fue dirigente en las provincias de Holguín y Villa Clara, y ministro de Educación Superior. Se trata, además, de uno de los pocos de su generación que no fue destituido por fallas en su desempeño.
Como vicepresidente, viajó en giras oficiales a varios países y recibió a los líderes internacionales en La Habana. También apoya la apertura de las relaciones con Estados Unidos, pero critica el bloqueo. “En primer lugar, el Gobierno de Estados Unidos con ese bloquep brutal, genocida, y que es totalmente anacrónico y prepotente”, ha dicho.
Su imagen de reformista se vio mellada años atrás cuando amenazó con cerrar plataformas digitales que consideraba agresivas con la revolución. “Le vamos a cerrar la plataforma digital y que se arme el escándalo que se quiera armar. Que digan que censuramos, está bien. Aquí todo el mundo censura”.
De escasa sonrisa y pobre oratoria, Díaz-Canel intentará hacerse un espacio en la historia cubana. Gusta de los jeans, ama la música de The Beatles y sus partidarios dicen que sabe escuchar a la gente. Pero lo más importante: tiene una excelente relación con los militares, aquellos viejos y poderosos guardianes de una revolución que se resiste a morir.
Video recomendado
Comparte esta noticia