Con el 90,23 % de los votos contados, Daniel Noboa alcanzó 52,29 % de votos y Luisa González el 47,71 %, con una tendencia que a criterio del Consejo Nacional Electoral (CNE) es "irreversible".
La candidata Luisa González, correligionaria del expresidente progresista Rafael Correa (2007-17), aceptó este domingo la derrota electoral y felicitó al empresario Daniel Noboa, quien le venció en la ronda final de los comicios presidenciales (balotaje).
"Nuestras felicitaciones profundas porque venció en democracia", aseguró González en un discurso pronunciado en un hotel de Quito donde el movimiento Revolución Ciudadana, que lidera Correa, siguió el avance del escrutinio.
Con el 90,23 % de los votos contados, Noboa alcanzó 52,29 % de votos y González el 47,71 %, con una tendencia que a criterio del Consejo Nacional Electoral (CNE) es "irreversible".
La correísta reconoció el triunfo de Noboa sin que en las filas de sus formación se hayan anunciado conjeturas de un eventual fraude, pues aseguró que su país necesita seriedad.
"Basta de polarización"
González, que ha reconocido también la transparencia del proceso electoral, llamó a bajar las tensiones y exclamó: "Basta de odio, basta de polarización".
La abogada, de 45 años, añadió que Ecuador necesita unidad y dijo que se cuente con la Revolución Ciudadana para intentar llegar a un acuerdo de compromiso por la patria.
"Como movimiento político nos tomamos en serio las propuestas políticas que hicimos", y por las cuales la formación luchará desde sus espacios, como por ejemplo en la Asamblea Nacional (Parlamento), donde será el grupo mayoritario en la próxima legislatura.
Noboa completará el periodo del actual gobernante, el conservador Guillermo Lasso, hasta mayo de 2025 cuando podría presentarse a nuevos comicios para la reelección a otro periodo de cuatro años.
Lasso recortó su mandato (2021-2025) tras invocar en mayo pasado a la llamada "muerte cruzada", una figura constitucional que le permitió disolver la Asamblea Nacional (Parlamento) y convocar estas elecciones extraordinarias.
El presidente saliente utilizó ese mecanismo justo cuando el Legislativo se aprestaba a votar una moción de destitución en su contra, en el marco de un juicio político de censura en el que era acusado de presunto peculado (malversación), un cargo que él rechaza.
(Con información de EFE)
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