Sergio Cabral, quien gobernó Río de Janeiro, es acusado de dirigir una red que se apropió de 100 millones de dólares. Hoy no tiene dinero para pagarle a su abogado.
Sergio Cabral, exgobernador de Río de Janeiro (Brasil) que hoy está en prisión y acusado de apropiarse en forma ilegal de millones de dólares, se quedó sin abogado porque no puede pagarle. Su familia, según explicó la firma a cargo del caso al diario O Globo, dice que ya no puede pagar su defensa.
"Presentamos unos valores para la familia, demoraron un tiempo en responder y ahora han dicho que no disponen del dinero", dijo Beno Fraga Brandão, hasta ahora responsable de la defensa, quien renunió por ese motivo. Cabral está preso desde noviembre como supuesto responsable de una red de corrupción que operó en el Río. Según la Policía Federal, esta se apropió al menos de 100 millones de dólares, que habrían sido desviados hacia cuentas en bancos del exterior.
De ese dinero, las autoridades brasileñas ya han repatriado 84 millones de dólares gracias a acuerdos de cooperación con los bancos en que estaba depositado, según se informó el pasado jueves. Las últimas investigaciones sobre el caso llevaron a la justicia a dictar una orden de arresto contra el empresario Eike Batista, considerado uno de los diez hombres más ricos del mundo y ha sido declarado fugitivo por las autoridades brasileñas.
Dinero fácil. Según la Policía Federal y el Ministerio Público de Brasil, está comprobado que Batista le pagó a Cabral al menos 16,5 millones de dólares en comisiones ilegales, a cambio de ventajas obtenidas por sus empresas en contratos con el gobierno regional de Río de Janeiro. La Fiscalía contó que Cabral "montó una organización criminal" en 2002, cuando era diputado regional en Río de Janeiro. Ese grupo se expandió a partir de 2007, cuando fue elegido gobernador de ese estado, cargo que ocupó hasta 2014.
Sobre Batista, quien llegó a ser considerado uno de los más hombres más ricos de su país, la Fiscalía informó que salió del país el pasado día 24 rumbo a Nueva York con un pasaporte alemán, ya que su madre era germana. Sus abogados dicen que pretende regresar y entregarse pero no han aclarado dónde se encuentra ni cuándo volverá. Batista (60) llegó a tener una fortuna de 30,000 millones de dólares en 2010, pero en los últimos años se vio obligado a vender la mayoría de sus empresas y a declarar en quiebra otras. (Con información de EFE)
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