El Día de los Muertos es un festejo de origen prehispánico declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el 2008. Los mexicanos lo celebran con desfiles coloridos, instalación de altares domésticos en las tumbas, flores, dulces y adornos de cerámica.

Personas velan a sus muertos en el panteón de Santa María Atzompa, en el estado de Oaxaca (México). La tradición de los altares de muertos se remonta a la fusión, hace unos 500 años, de tradiciones traídas por los misioneros franciscanos y las de las diversas culturas que habitaron en el territorio mexicano como la Olmeca, Zapoteca, Mixteca, Purepecha, Maya, Totonaca y Azteca. Fuente: EFE

Una niña enciende una vela en el cementerio de Santa Maria Atzompa, estado de Oaxaca, durante la celebración del Día de los Muertos.Fuente: AFP


Figura esquelética en la Ciudad de México capta atención de peatones. Fuente: AFP

Un turista posa con decoraciones con respecto al Día de los Muertos en la plaza del Zócalo en la Ciudad de México.Fuente: AFP

Joven mexicana luce un vestuario colorido y el rostro pintado de blanco y negro. Fuente: AFP

Tradicional desfile del Día de los Muertos en México en el que se da ofrenda en el zócalo capitalino para honrar a los migrantes que han perdido la vida en la Caravana que aspira llegar a Estados Unidos. Fuente: EFE
Mientras miles de migrantes hondureños cruzan México, la capital del país viste su centro histórico con las tradicionales ofrendas del Día de Muertos, que este año están dedicadas a los calvarios que pasan las personas forzadas a abandonar su hogar.
Cinco figuras esqueléticas, conocidas como catrinas, decoran las plataformas ubicadas en la céntrica plaza del Zócalo y homenajean a los migrantes con motivo de la festividad mexicana más universal, celebrada cada 1 y 2 de noviembre.
Representan las migraciones un joven latinoamericano con suéter rojo, un republicano español exiliado por la Guerra Civil (1936-1939) que trae una maleta en la mano, una mexicana indígena con ropajes tradicionales, un judío ultraortodoxo con sus característicos rizos y una mujer asiática con ropas austeras.
La presencia de estas catrinas migrantes de gran tamaño busca establecer una analogía entre los peligros que han atravesado los migrantes a lo largo de la historia y las dificultades por las que pasan las almas de los difuntos antes de alcanzar el inframundo.
Flores y ofrendas
Pero cualquier decoración del Día de los Muertos resulta incompleta sin el icónico altar en el que se depositan fotos de los difuntos y todo tipo de objetos para rendirles homenaje. El gigantesco altar del Zócalo, situado frente a la catedral de Ciudad de México, simula cuatro pisos de azulejos azules y amarillos con fotografías dedicadas a migrantes fallecidos y a artistas icónicos de la cultura mexicana como Chavela Vargas.
Tampoco faltan la tradicional flor naranja del cempasúchil, calaveras, velas, fruta, sal, agua, juguetes y el pan de muerto, un dulce que abarrota las panaderías mexicanas durante estas festividades. "Hasta arriba siempre va la foto del difunto, una ofrenda siempre debe tener básico lo que viene siendo agua y sal. La sal significa el camino de la vida, siempre debe tener veladoras porque es la luz que alumbra su camino de otro mundo hacia este", explicó Liliana, una mexicana de 18 años.
Su amiga Vanessa aplaude que no se haya perdido este festejo ancestral. "Es muy bonito seguir las tradiciones y todo esto, porque es algo muy México", resalta. Durante estas festividades, instituciones públicas y privadas abren sus puertas para mostrar al público majestuosas ofrendas. Como el Antiguo Colegio de San Ildefonso, donde se originó el movimiento estudiantil de 1968, que fue violentamente reprimido por el Estado.
EFE
Video recomendado
Comparte esta noticia