La guerra, las dinastías, la conexión de las ciudades y los innovadores y agresivos sistemas de riego de los mayas han quedado al descubierto.
Una muralla de 14 kilómetros de longitud que rodeaba la ciudad maya de Tikal fue descubierta por una revolucionaria tecnología láser que "desnudó" parte de la tupida selva de Guatemala, en el norteño departamento de Petén, presentada en la premiere de un documental que muestra estos hallazgos.
La tecnología de detección por luz y distancia conocida como LiDAR, que funciona por medio de rayos láser que penetran el manto forestal, evidenció múltiples murallas que rodeaban laderas de cerros y calzadas que conectaban torres de avistamiento para proteger el sitio del Zotz y la vecina megalópolis de Tikal.
Este y otros hallazgos -producto de la aplicación de LiDAR, mostrado en el reportaje Tesoros perdidos de los mayas, producido por National Geographic- "revolucionará la manera en la que la arqueología ha visto el urbanismo, la agricultura e incluso la guerra de la civilización maya".
Los mapas de alta resolución obtenidos con esta revolucionaria herramienta pueden revelar "cambios imperceptibles en el terreno, permitiendo la identificación de rasgos hechos por el hombre como muros, caminos y edificios", explicó la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya en un comunicado divulgado previo a la muestra del documental.
El láser ha perforado más de 2,000 kilómetros cuadrados de este denso bosque tropical para sacar a la luz una megalópolis que un grupo de expertos halló cerca de los vestigios de Tikal, uno de los sitios arqueológicos más importantes de esa civilización, que habitó el área en las épocas preclásica (1,000 a.C-3,000 a.C) y clásica (300-900 d.C).
La guerra, las dinastías, la conexión de las ciudades y los innovadores y agresivos sistemas de riego han quedado al descubierto.
Con este revelador "mapeo tecnológico" ahora los científicos que participaron en la investigación como Francisco Estrada-Belli, Marcello Canuto o Thomas Garrison estudiarán una megalópolis de Tikal cuatro veces más grande de lo que pensaron y cientos de miles de habitantes más de los que habían calculado antes.
EFE
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