Con dos votos a favor de condenar a Jair Bolsonaro y a otros siete acusados de intento de golpe de Estado, y con el pedido de nulidad presentado por el juez Luiz Fux, aún falta que emitan su voto la jueza Cármen Lúcia Antunes y el presidente de la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal, Cristiano Zanin.
El juez Luiz Fux, tercero en votar en el juicio que cursa en el Supremo contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, se pronunció este miércoles por absolver al líder de la ultraderecha de todos los cargos de golpismo y pidió además la "anulación de todo el proceso".
Fux fue el tercero de los cinco jueces de ese órgano en presentar su voto y defendió la tesis de las defensas, que exigen que el asunto sea juzgado en otras instancias, después de que el relator del caso, Alexandre de Moraes, y el magistrado Flávio Dino ya se han pronunciado por la culpabilidad de Bolsonaro y otros siete reos.
El juez Fux resumió su posición en la idea central de que si no hubo un Gobierno depuesto, no puede hablarse de golpe de Estado.
En un pronunciamiento que duró más de 10 horas, consideró que las acusaciones de haber conspirado para intentar impedir la investidura del actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, tras las elecciones de 2022, fueron "bien señaladas por la Fiscalía".
Pero aún así, sostuvo que la Fiscalía no probó cabalmente todo aquello por lo que ha acusado a Bolsonaro y aseguró que en un juicio penal "la responsabilidad criminal debe ser probada más allá de toda duda razonable", lo que en su opinión no ocurrió en este caso.
Fux eximió a Bolsonaro de haber conspirado contra la democracia con su durísima campaña de descrédito del sistema electoral antes de los comicios de 2022, en los fue derrotado por Lula, y afirmó que "discursos o entrevistas" no pueden ser tratados por la Justicia como si fueran "narrativas subversivas".
Pero más allá de absolver a Bolsonaro y sus consideraciones sobre la acusación, fue incisivo en sus críticas al propio proceso abierto en la Primera Sala del Supremo.
Sostuvo que Bolsonaro y los otros siete acusados carecían de "pregorrativa de foro" el 8 de enero de 2023, una semana después de la toma de posesión de Lula, cuando miles de bolsonaristas asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en un intento de derrocar al nuevo Gobierno.
En ese marco, agregó que el Supremo solo puede juzgar a un exmandatario por delitos cometidos durante su mandato, los cuales consideró que no fueron debidamente probados. Y sobre los hechos de enero de 2023, cuando Bolsonaro ya no estaba en el poder, subrayó que deben quedar al margen de la jurisdicción de ese tribunal.
También aceptó el supuesto "cercenamiento de defensa" denunciado por los abogados de los reos y lo justificó en una "inmensa cantidad de material probatorio", pero con un tiempo escaso para el análisis de los representantes legales de los acusados.
Según Fux, un "imperativo" del derecho es que las defensas tengan acceso y plazos para análisis de todas las pruebas antes del inicio de los interrogatorios y del propio juicio oral, lo cual declaró que no se cumplió en este proceso.
Tras esas consideraciones, se pronunció por "la incompetencia absoluta" del tribunal y sugirió la "nulidad de todos los actos decisorios practicados", pero igual absolvió a Bolsonaro de todos los cargos.
Cerca de emitir veredicto
En contra de la opinión de Fux, los otros jueces y la Fiscalía consideran que la trama golpista comenzó en junio de 2021, con una dura campaña contra las instituciones dirigida por Bolsonaro desde el poder, y que los sucesos de enero de 2023 fueron solo el corolario del complot.
Ahora, con dos votos por la condenación de los reos y el pedido de nulidad de Fux, falta que voten la jueza Cármen Lúcia Antunes y Cristiano Zanin, presidente de la Primera Sala del Supremo.
Según prevé la corte, estos dos últimos votos se conocerán este jueves y, en caso de condenación, el viernes serán debatidas las penas, que pudieran llegar a unos 40 años de prisión.