José Mujica dijo que decisión del Parlamento brasileño, que separó de su cargo a presidenta Dilma Rousseff durante 180 días, tiene un “tufo de golpe de Estado muy reglamentario".
El expresidente uruguayo José Mujica considera que el sistema político brasileño "está francamente enfermo" y que la decisión del Parlamento del gigante suramericano tiene "tufo de golpe de Estado" por muy "legal" que sea la decisión de proceder con el juicio político a Dilma Rousseff.
"Por más legal que sea la decisión que se tomó en Brasil, no deja de tener todo un tufo de golpe de Estado muy reglamentario, porque a una decisión popular expresada con votos se le enmienda la plana, no por asuntos penales, que podría entenderse, sino por una cuestión de mala administración o como se le quiera llamar", señaló Mujica.
"Descrédito general" de la política brasileña. El exmandatario vertió estas opiniones en una de sus habituales alocuciones radiofónicas en la emisora uruguaya M24, en la cual opinó que la mejor decisión hubiese sido convocar elecciones generales en Brasil debido al "descrédito general" de la política del país.
Michel Temer y sus cuentas pendientes con la justicia. Mujica apuntó, en ese sentido, directamente al nuevo presidente interino de Brasil, Michel Temer, del que dijo que "está acusado y demandado en la Justicia", aunque también destacó que "el 50 % de los parlamentarios (brasileños) están de una forma u otra con cuentas pendientes con la Justicia".
Temer, que tendrá que esquivar una amenaza de juicio político presentada por motivos similares a los que han obligado a Rousseff a apartarse temporalmente del poder -firmar decretos que facilitaron el maquillaje de las cuentas públicas en los dos últimos años-, también aparece mencionado en una investigación del Tribunal Electoral por la presunta financiación ilegal de la campaña de 2014.
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