Con rostros entristecidos y en llanto, miles acudieron hoy al memorial José Martí en la Plaza de la Revolución de La Habana para despedirse de Fidel. Mañana se celebrará un multitudinario acto al que acudirán mandatarios y personalidades de todo el mundo.
Miles de cubanos acudieron hoy al memorial José Martí en la Plaza de la Revolución de La Habana para rendir tributo al líder revolucionario Fidel Castro, quien murió este viernes a los 90 años.
Con rostros entristecidos y hasta en llanto, los fieles al líder revolucionario asistieron al primer día de tributo y recorrieron los tres puntos de homenaje instalados en el lugar. Todos adornados con flores blancas, fotos de Fidel y sus condecoraciones militares.
Sin embargo, no estaba la urna con las cenizas de Castro, como muchos esperaban, aunque sus restos cremados sí viajarán a partir del miércoles por la isla, hasta llegar a Santiago de Cuba, cuna de la Revolución, donde se celebrará su funeral el próximo 4 de diciembre, día que concluirá el luto de nueve días decretado por el Gobierno.
Testimonios. "He venido a cumplir con mi deber patriota y revolucionario, en honor a nuestro comandante en jefe, que murió como comandante invicto", dijo Jesús, un hombre de 85 años que colaboró con la lucha clandestina antes de la Revolución. "(Fidel) Era un hombre humilde, alegre y campechano, que se convirtió luego en un líder mundial cuyo legado estará vivo por los siglos de los siglos", dijo. Su esposa, Mercedes Cabrera, quien integró el Ejército Rebelde en los años de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra, dijo: "Fidel nos enseñó a luchar y a ayudar a ancianos, niños, pobres y humildes. Él dijo desde el principio que esta Revolución era de los humildes y para los humildes y así ha sido".
Tampoco quisieron dejar de despedirse del comandante estudiantes de secundaria como Idoliris, de 16 años, quien, mientras esperaba en la larga cola para entrar al memorial, dijo sentir un "tremendo orgullo" de poder despedirse de Fidel y "tremenda pena" por haber perdido a un líder de su magnitud, aunque "su recuerdo estará siempre presente". "Es un privilegio estar aquí", dijo su compañero de clase Carlos Alejandro, que supo de la muerte de Fidel cuando se interrumpió la transmisión televisiva la noche del viernes para pasar el mensaje del presidente Raúl Castro. "Fue una sorpresa. En mi casa todo el mundo se puso a llorar. Y en la calle hay tristeza", dijo el muchacho sobre la muerte de Castro.
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