La Cancillería informó que su embajada se mantendrá abierta y que no hay motivo para que se alarme el país ante una posible ola de migración nicaragüense.
La Cancillería de Panamá expresó su disposición de participar en cualquier proceso de diálogo para solventar la crisis que atraviesa Nicaragua y pidió a sus connacionales panameños no viajar a ese país centroamericano, por seguridad.
"Nosotros estaríamos dispuestos a participar en cualquier tipo de resolución para que el conflicto de Nicaragua sea resuelto”, dijo ante los periodistas, el canciller interino Luis Miguel Hincapié.
Panamá es uno de los trece países de América Latina que exigieron el lunes en Bruselas el "cese inmediato a los actos de violencia, intimidación y amenazas" en Nicaragua y el "desmantelamiento de los grupos paramilitares".
Hincapié manifestó que el gobierno de Panamá mantendrá por el momento abierta la embajada en Nicaragua. También dijo que no hay motivo para "alarmarse" por una hipotética ola migratoria desde Nicaragua hacia Panamá por la crisis.
EL origen de la crisis
El 18 de abril, por recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de Daniel Ortega presenta una reforma previsional que incrementa las contribuciones y disminuye las pensiones en 5%, desencadenando en varias ciudades manifestaciones lideradas por estudiantes, severamente reprimidas.
El 22 de ese mes, Ortega da marcha atrás con la reforma, tras una ola de protestas marcadas por enfrentamientos y saqueos, que dejó 25 muertos en cinco días. La marcha atrás en la reforma no calma la ira, y el 23 de abril decenas de miles de personas se manifiestan en Managua para denunciar la represión.
(Información de AFP)
Comparte esta noticia