Michel Temer y Dilma Rousseff son acusados de recibir supuestas "donaciones" de empresas implicadas en los escándalos de corrupción en la estatal Petrobras.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil empezó a juzgar este martes la validez de los comicios de 2014, en un caso que puede costarle el cargo al presidente Michel Temer, acusado por denuncias de corrupción.
El TSE examinará si la fórmula Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores)-Michel Temer (Partido de Movimiento Democrático Brasileño), que resultó reelecta en esos comicios, cometió abusos de poder político y económico y se benefició de financiación ilegal procedente del megafraude a Petrobras.
Los acusados. Las defensas de ambos, antagonistas irreconciliables desde la destitución de la exmandataria, actúan por separado y han pedido la anulación del juicio por supuesta falta de pruebas.
Los abogados de Temer demandan que las cuentas de las campañas de ambos sean juzgadas en forma separada, pues alegan que cada uno se ocupó de su propia recaudación y que en el caso del actual mandatario no hubo fraudes. Temer asumió la presidencia el año pasado, tras la destitución de Rousseff por el Congreso, acusada de manipular las cuentas públicas.
Su cargo en juego. La agencia AFP informó que al abrirse el proceso, el relator del caso, Herman Benjamin, expuso los fundamentos de la denuncia, que incluyen el "uso indebido de medios de comunicación" y la entrega de sumas "millonarias" a través de la petrolera estatal para los partidos de la coalición gobernante.
Si el TSE decidiera anular la elección, deberá determinar si la pérdida del mandato es inmediata o si Temer puede permanecer en el cargo hasta agotar todos los recursos legales.
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