El parque de Monte Alegre atesora quince sitios arqueológicos de gran valor y pinturas y grabados registrados en enormes rocas, que según diversos estudios fueron hechos hace unos 11,000 años y constituyen la prueba de la existencia de antiguas civilizaciones en el estado amazónico de Pará.
Un incendio desatado en el parque de Monte Alegre, en el estado amazónico de Pará, amenaza unas pinturas rupestres que datan de 11,000 años, informaron este domingo las autoridades de esa región del norte de Brasil.
El gobierno regional de Pará ha precisado que alrededor de cien bomberos han sido trasladados al lugar para reforzar el combate a las llamas, cuyo origen aún no ha podido ser establecido pero que estaría relacionado con una intensa sequía que afecta a esa zona desde hace semanas.
El parque de Monte Alegre, situado en medio de una extensa área de protección ambiental, atesora quince sitios arqueológicos de gran valor y pinturas y grabados registrados en enormes rocas, que según diversos estudios fueron hechos hace unos 11,000 años y constituyen la prueba de la existencia de antiguas civilizaciones en esa región.
El fuego se extendió por dos flancos del parque y en un principio amenazó la Sierra de la Luna, que tiene grandes paredones rocosos en los que las pinturas rupestres se extienden a lo largo de unos 200 metros.
En ese sitio, las llamas ya habían sido controladas durante la mañana de este domingo, sin que se registraran daños a las pinturas, al menos en las primeras observaciones hechas por los expertos.
Sin embargo, otro incendio aún mantenía bajo amenaza a la llamada Piedra del Sol, otro paredón rocoso que guarda también numerosas de esas pinturas, incluso aquellas que están mejor preservadas.
Según explicaron las autoridades de Pará, en ese sitio se concentraban ahora los esfuerzos de los bomberos, que enfrentaban algunos problemas para combatir el fuego debido a las dificultades propias del terreno.
El Instituto de Desarrollo Forestal y Biodiversidad del Estado de Pará (Ideflor-bio), responsable por el mantenimiento del parque y de los sitios arqueológicos, manifestó su confianza en que las pinturas rupestres no serán afectadas por las llamas, ya que aún no han llegado a las paredes rocosas y los vientos soplaban en sentido contrario.
Andreia Dantas, portavoz de esa institución, consideró que la intensa sequía que sufre la región fue clave para la expansión de las llamas, así como ocurrió hace dos años, también en pleno mes de octubre, en el que las lluvias suelen ser escasas en esa zona.
"Lamentablemente, el parque ya tiene un histórico de incendios forestales y esta no es la primera vez", declaró Dantas a medios locales, ante los que admitió que las "acciones preventivas" que se han adoptado en los últimos años no han bastado para impedir nuevos focos de fuego en la época de sequía.
EFE
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