El Ejecutivo de Bashar al-Assad rechazó tener armas químicas y aseguró que cumple con los estándares internacionales de prohibición.
El Gobierno de Siria aseguró este martes que ha cumplido con todas sus obligaciones fijadas por la Convención para la Prohibición de Armas Químicas. Esto, luego del supuesto bombardeo con gases que se produjo contra la localidad de Khan Shaykhun y que dejó al menos 58 muertos.
A través de un comunicado, una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró que los grupos terroristas armados y sus patrocinadores atribuyen la responsabilidad del ataque al Ejecutivo en un intento de desprestigio. "El Ejército Árabe Sirio no tiene armas químicas; no las ha utilizado ni las utilizará ni busca adquirirlas", indica el mensaje publicado por la agencia oficial de noticias SANA.
Agregó que el Gobierno de Bashar al-Assad ha proporcionado información precisa sobre la introducción de sustancias tóxicas por parte de grupos terroristas en territorio sirio desde países vecinos. Además, apuntó que estas vienen especialmente desde Turquía.
Estos datos, sostiene, fueron alcanzados al Consejo de Seguridad de la ONU y a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).También denunció la existencia de un plan para reactivar el asunto químico de Siria, con el fin de "cubrir los crímenes de los terroristas" y la falta de seriedad en las conversaciones de paz en Astaná y Ginebra.
Autores no identificados. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de la muerte de al menos 58 personas, entre ellas once menores, por un bombardeo de aviones no identificados. La Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza opositora, acusó al Gobierno de haber perpetrado el ataque con proyectiles de gas sarín. La OPAQ manifestó hoy su "grave preocupación" por el supuesto ataque químico y aseguró que está analizando la información sobre lo sucedido. (EFE)
Comparte esta noticia