Tiene 70 años y promete "curar" sus coches "heridos" en la guerra.

Los gustos de Mohammad Mohiedine Anis son bastante eclécticos, con una preferencia por los estadounidenses de los años 1950: Cadillac, Hudson, Buick, Chevrolet y Mercury.Fuente: Foto: AFP

También tiene un Volkswagen y una furgoneta 2CV.Fuente: Foto: AFP

"Tengo tres Cadillacs porque son los más lujosos. Todo coleccionista debe tener un Cadillac", cuenta el popular Abu Omar.Fuente: Foto: AFP

Todos sus autos están en mal estado, casi moribundos y desfigurados por los combates.Fuente: Foto: AFP

"Están todos heridos", lamenta Mohammad Mohiedine Anis.Fuente: Foto: AFP

Tras la victoria de las fuerzas del régimen sirio, Abu Omar regresó a su casa de los años 30, la encontró devastada. "Sufrí una conmoción", cuenta.Fuente: Foto: AFP

Algunos extranjeros se han ofrecido a comprarle sus coches, incluso en mal estado.Fuente: Foto: AFP

Mohammad Mohiedine Anis se niega vender sus autos. "Son para mis hijos. Los repartiré según la ley religiosa: dos para cada hijo y uno para cada hija".Fuente: Foto: AFP

Su mayor orgullo es un Cadillac 1947 descapotable de color rojo que utilizaron por lo menos seis presidentes.Fuente: Foto: AFP

Llegó a tener 30 autos pero perdió 10 por la guerra civil siria.Fuente: Foto: AFP

EL barrio donde vive está en ruinas.Fuente: Foto: AFP

"Tengo intención de comprar otros", relata el coleccionista de 70 años.Fuente: Foto: AFP
En Alepo, ciudad siria devastada por los intensos combates entre el ejército y los rebeldes, Mohammad Mohiedine Anis, conocido por su apodo Abu Omar, es un coleccionista de 70 años que promete reparar sus autos ahora que las armas se han callado desde que el régimen de Bashar al Asad retomó en diciembre el control de la segunda urbe del país.
Llegó a tener 30 autos pero perdió 10, destruidos o robados durante la guerra. Trece están aparcados delante de su casa y en su jardín, otros siete, en el depósito, retirados por la policía porque obstaculizaban el paso. Ha coleccionado coches desde 1947, año en que compró un Plymouth. Su familia se fue por la violencia, pero él se quedó. Vive solo en el barrio de Al Shaar.
Mohammad, que estudió medicina en Zaragoza (España) y luego tradujo al árabe un manual de Fiat en Turín (Italia), regresó a su ciudad para abrir una fábrica de cosméticos y en particular de un pintalabios que bautizó "Mila Robinson". Pero su verdadera pasión son los coches de colección. La heredó de su padre, un rico colorista textil que conducía un Pontiac 1950 que Mohammad guarda con estima.
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