Irán tachó de "ilegal e injustificada" la reimposición de sanciones de la ONU y advirtió con "medidas recíprocas" contra los países que las apliquen. Su Parlamento debate incluso abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear, en un clima de tensión marcado por la guerra de 12 días con Israel en junio y el temor a una nueva escalada que arrastre a Estados Unidos.
La reimposición de sanciones a Irán por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por el programa nuclear de Teherán es un hecho. La respuesta iraní se debate en los despachos del país persa, pero las primeras palabras ya han salido a la luz: “Ilegal e injustificada” es la primera respuesta del país gobernado por los ayatolás.
A través del ministerio de Exteriores, Irán dejó claro que "la acción de reactivar resoluciones ya concluidas no solo carece de fundamento jurídico y es injustificable, sino que también es inmoral y lógicamente reprobable”.
Ell presidente del Parlamento iraní, Mohammad Bagher Qalibaf, emitió su propia advertencia: “Anunciamos que si algún país quiere tomar medidas contra Irán, basándose en estas resoluciones ilegales, se enfrentará a serias medidas recíprocas por parte de Irán, y los tres países europeos que son los iniciadores de esta acción ilegal también se enfrentarán a nuestra reacción", dijo a la agencia de noticias estatal IRNA.
De tal forma que el Parlamento iraní inició una sesión a puerta cerrada, probablemente para debatir la respuesta del país, que podría incluir el abandono del Tratado de No Proliferación Nuclear.
El E3 (Alemania, Francia y Reino Unido) propuso al Consejo de Seguridad de la ONU la reimposición de las sanciones a Irán –medida contemplada en el acuerdo de 2015– al considerar que el aceleramiento de su programa nuclear no cumple con lo pactado.
Sin embargo, Rusia y China promulgaron el 26 de septiembre otra resolución para dar una prórroga de seis meses a Teherán. El Consejo la tumbó por cuatro votos a favor y nueve en contra, más dos abstenciones, por lo lo que la resolución no reunió los nueve votos necesarios para ser aprobada.
Las seis resoluciones de la ONU adoptadas entre 2006 y 2010 –ahora reinstauradas– prohíben a Irán enriquecer uranio y actividades relacionadas con misiles, establece un embargo de armas, el congelamiento de activos, la prohibición de viajar a individuos y autoriza inspecciones de aviones y buques iraníes en aguas internacionales, además de imponer limitaciones bancarias y financieras al país.
Una escalada entre Irán, Israel y ¿Estados Unidos?
Ahora la preocupación se centra en una nueva ronda de enfrentamientos entre Irán e Israel, y en la que pueda involucrarse Estados Unidos.
Entre el 13 y el 24 de junio de 2025, Israel e Irán protagonizaron una guerra de 12 días que marcó un punto de inflexión en el Medio Oriente.
El conflicto estalló cuando Israel lanzó ataques aéreos contra instalaciones nucleares y bases militares iraníes, desencadenando una inmediata respuesta de Teherán con salvas de misiles balísticos y drones contra territorio israelí. Durante estos días, la escalada bélica dejó importantes daños en infraestructura militar y civil, y puso en evidencia la fragilidad de la seguridad regional.
El 24 de junio de 2025 se anunció un alto el fuego, tras intensas gestiones diplomáticas. Aunque las hostilidades se suspendieron oficialmente en esa fecha, los efectos del conflicto siguen latentes: imágenes satelitales posteriores revelan que Irán está reconstruyendo parte de los emplazamientos de misiles destruidos, como lo analiza la agencia AP, lo que alimenta el temor de una nueva ronda de enfrentamientos, que podría involucrar no solo a Israel e Irán, sino también a Estados Unidos, como principal aliado del gobierno de Netanyahu.
Desde 2019, los países de occidente, incluido EE. UU, acusan a Irán de haber enriquecido uranio por encima del límite del 3,67% que había aceptado en el acuerdo nuclear. En los últimos años, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aseguró que incluso había llegado a producir uranio enriquecido al 20%, 60% e incluso pequeñas cantidades cercanas al 90%, lo que se considera un paso muy cercano a la capacidad de fabricar un arma nuclear.
En varias ocasiones anteriores, Irán ha rechazado los informes del OIEA, calificándolos de “políticamente motivados” y ha afirmado que no abandonará su programa nuclear ni renunciará al enriquecimiento de uranio, insistiendo en que lo hace con fines pacíficos.
Oposición en el exilio y UE llaman a sanciones estrictas contra Irán
La presidenta de la oposición en el exilio del Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI), Maryam Rajavi, abogó este domingo a aplicar "sin indulgencia ni concesiones" las sanciones internacionales al régimen de Teherán, de nuevo en vigor desde este fin de semana.
Esas sanciones "son esenciales para impedir que la dictadura religiosa adquiera una bomba nuclear y deben aplicarse con firmeza", insistió la líder del NCRI.
La alta representante de Exteriores de la Unión Europea, Kaja Kallas, anunció también este domingo que el bloque comunitario reactivará las sanciones contra Irán.
"He desplegado intensas gestiones diplomáticas con Irán antes y durante el plazo de 30 días previsto en el proceso de restitución rápida, que lamentablemente no generaron las condiciones para una posible prórroga de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo Kallas a través de un comunicado oficial.