El sospechoso es un joven judío acusado de provocar un incendio que en 2015 mató a un bebé de 18 meses y a sus padres. El hijo mayor, de cuatro años en ese momento, fue el único sobreviviente de la familia pero resultó con quemaduras graves.
La Fiscalía de Israel aceptó este domingo un acuerdo para no presentar cargos de asesinato en contra de un joven judío sospechoso de provocar el incendio que en 2015 mató a un bebé palestino y a sus padres, anunció el ministerio de Justicia.
El ataque con una bomba incendiaria en el poblado ocupado cisjordano de Duma mató a Ali Saad Dawabsha, de 18 meses, e hirió gravemente a su madre y su padre.
Su hermano Ahmed, de cuatro años en ese momento, fue el único sobreviviente de la familia pero resultó con quemaduras graves.
El ministerio de Justicia anunció que el acusado, que tenía 17 años en el momento de los hechos, admitió que vigiló la aldea antes del crimen.
En un comunicado, añadió que el joven, no identificado, junto con el acusado adulto Amiram Ben-Uliel, espiaron la aldea con binoculares y discutieron posibles objetivos a incendiar.
Ben-Uliel, del asentamiento de Shilo, en el norte de Cisjordania, sigue en juicio por tres cargos de asesinato y uno de intento de asesinato, junto con uno de incendio provocado y otro de conspiración para cometer un crimen de odio.
El comunicado judicial del domingo dijo que los dos decidieron atacar Duma, pero que el menor no se presentó a la cita programada y, por lo tanto, no participó en los asesinatos.
"Se determinó que el acusado participó en una conspiración para cometer un crimen motivado por un motivo racista", dijo. Agregó que bajo el acuerdo de culpabilidad, la fiscalía buscaría una sentencia de cinco años y medio en prisión.
El sospechoso ya pasó dos años en la cárcel y otro bajo arresto domiciliario, señaló este domingo el diario Haaretz.
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