Los alrededor de 1,7 millones de sirios que están registrados en los vecinos Líbano y Jordania subsisten "en circunstancias precarias".
Nueve de cada diez refugiados sirios instalados en Jordania y el Líbano viven en condiciones de pobreza o lo harán en el futuro próximo, de los cuales la mitad son niños, indicó el Banco Mundial (BM).
Los alrededor de 1,7 millones de sirios que están registrados en los vecinos Líbano y Jordania subsisten "en circunstancias precarias" pese a la "generosidad" de sus países de acogida, alertó el reporte del BM y la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (UNHCR).
"Los refugiados tienen escasos derechos legales y encaran acceso limitado a los servicios públicos debido a la demanda sin precedentes. La mayoría de estos refugiados viven en los márgenes de las ciudades, en asentamientos informales más que campos de refugiados", subrayó el documento.
En el caso de Jordania, la mitad de los niños sirios registrados como refugiados no acude a la escuela.
Actualmente, son más de cuatro millones los refugiados sirios que huyen de una devastadora guerra civil hacia países vecinos.
Turquía, el país que más refugiados sirios acoge, alberga a casi dos millones. El Líbano, por su lado, cuenta con casi 1,2 millones de refugiados sirios, mientras que Jordania acoge a más de 630.000.
A estos hay que añadir, los 6,5 millones de desplazados internos en Siria.
En este sentido, el vicepresidente para Oriente Medio y Norte de África del BM, Hafez Ghanem, recalcó en el reporte "los colosales costes humanos, económicos y sociales para los refugiados, los países y comunidades de acogida" de la que calificó como "la mayor crisis de refugiados de nuestro tiempo".
"Tenemos una responsabilidad colectiva para responder a la crisis humanitaria y de desarrollo en marcha en Oriente Medio y actuar sobre las causas inmediatas así como las subyacentes del conflicto", agregó Ghanem.
El conflicto en Siria, que está ya en su quinto año, ha superado los 250.000 muertos, de los que más de 70.000 son civiles, según el recuento difundido recientemente por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
EFE
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