Irán y Arabia Saudí son los dos países más influyentes en Oriente Medio, desde bandos distintos, y su apoyo es clave para cerrar el conflicto armado que estalló en Siria en 2011.
La ONU afirmó que ha recibido "garantías" de que las recientes tensiones entre Arabia Saudí e Irán no afectarán al proceso de paz en Siria, en vísperas de una reunión clave que se desarrollará en Ginebra el 25 de enero.
Así lo afirmó en un comunicado un portavoz del mediador de Naciones Unidas en el conflicto sirio, Staffan de Mistura, quien se reunió hoy en Teherán con autoridades iraníes, después de haber mantenido entrevistas en Riad el pasado 5 de enero.
En los dos países, De Mistura "pidió y obtuvo la garantía de sus interlocutores de que las actuales tensiones en la región no afectarán los compromisos de sus gobiernos en el apoyo al proceso de Viena y facilitarán la realización de las conversaciones de Ginebra", dice una nota del portavoz de De Mistura.
De Mistura se reunió hoy en Teherán con el ministro iraní de Exteriores, Mohamed Yavad Zarif, quien al final del encuentro dijo que su país mantenía una posición "constructiva" para cerrar el conflicto sirio y otros de la región.
El enviado especial de la ONU para el conflicto sirio dijo, por su parte, que había tenido un "intercambio útil" con las autoridades de Irán, el principal aliado que tiene el régimen sirio de Bachar al Asad.
Irán y Arabia Saudí son los dos países más influyentes en Oriente Medio, desde bandos distintos, y su apoyo es clave para cerrar el conflicto armado que estalló en Siria en 2011 y que ha causado centenares de miles de muertos y millones de refugiados.
El 25 de enero se reunirán en Ginebra representantes del Gobierno de Siria y de grupos de la oposición para avanzar en un proceso de paz, como continuación de los acuerdos alcanzados en noviembre pasado en Viena entre países interesados en promover la paz en Siria.
La reunión de Ginebra forma parte las de la hoja de ruta aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 18 de diciembre, que además fijó un plazo de seis meses para que las dos partes establezcan un gobierno de transición y de 18 meses para la celebración de elecciones.
Las tensiones han surgido después de que fuera atacada hace una semana la embajada saudí en Teherán por un grupo de manifestantes que protestaba por la ejecución en Riad del clérigo chií Nimr Baqir al Nimr y de otras 46 personas más.
La crisis derivó en la decisión de Arabia Saudí de romper sus vínculos diplomáticos con Irán, medida que también han adoptado otros países aliados en la región.
Posteriormente, el Gobierno de Irán denunció que un proyectil lanzado por una coalición encabezada por Arabia Saudí había alcanzado la embajada iraní en la capital de Yemen, algo que se negó desde Arabia Saudí.
EFE
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