Las relaciones entre la sunita Arabia Saudita y el Irán chiita quedaron suspendidas tras los destrozos en la embajada saudí en Teherán durante las protestas por la muerte del Nimr Baqir al Nimr.
La ejecución del clérigo chií opositor Nimr Baqir al Nimr por las autoridades de Riad ha disparado la tensión entre Arabia Saudí, por un lado, e Irán y los chiíes de Oriente Medio por otro, que ya se enfrentan en varios conflictos en la región.
El Gobierno de Arabia Saudí decidió romper relaciones diplomáticas con Irán tras el asalto de la noche del domingo a la Embajada saudí en Teherán y su consulado de la ciudad de Mashhad, que se produjo como respuesta a la ejecución, anunció el ministro saudí de Asuntos Exteriores, Adel al Yubeir.
En una rueda de prensa, Al Yubeir añadió que el embajador iraní y el resto del personal diplomático en Riad tienen 48 horas para salir de Arabia Saudí.
Horas antes, el líder supremo Ali Jameneí, condenó la muerte del clérigo chií disidente y amenazó a los políticos saudíes con que pagarán por ello.
Jameneí dijo que, "sin lugar a dudas, el injusto derramamiento de la sangre de este mártir inocente, actuará de forma rápida y los políticos saudíes se enfrentarán a un castigo divino", señaló en su pagina web oficial.
En Irak, la máxima autoridad chií del país, Ali al Sistani, calificó la ejecución de "injusticia y agresión".
Asimismo, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, señaló en un comunicado que recibió con "todo pesar y gran sorpresa" la ejecución del clérigo chií.
Además, precisó que los derechos humanos garantizan la opinión y la oposición pacífica, que a su vez están protegidas por la sharía (ley islámica) y las leyes internacionales.
Por ello, según Al Abadi, violar esos derechos "tendrá una influencia en la seguridad, la estabilidad y la cohesión social de los pueblos de la región".
El grupo chií Asaib Ahl al Haq (Liga de los Justos) pidió a las autoridades iraquíes que ejecuten a los condenados saudíes y extranjeros por terrorismo en el país, en respuesta a lo sufrido por Al Nimr.
En el Yemen, el movimiento rebelde chií de los hutíes, contra el que Arabia Saudí interviene militarmente en el país, se sumó a las condenas y tildó la actuación de Riad de "crimen atroz".
El Consejo Político de los hutíes, órgano ejecutivo del grupo, dijo en un comunicado que esa ejecución "se produce en el contexto de las tendencias y políticas imprudentes en la zona" de Oriente Medio por parte del Gobierno saudí.
Este nuevo suceso puede aumentar la intensidad del conflicto en el Yemen, donde una coalición árabe-suní liderada por Arabia Saudí bombardea a los hutíes, supuestamente apoyados por el régimen chií de Teherán. EFE
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