El jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Andréi Kartapólov, estimó en casi medio millar el número de camiones destruidos por la aviación de su país en los últimos días.
La aviación rusa centró sus bombardeos en las columnas con camiones cisterna que suministran petróleo al Estado Islámico (EI) entre Siria e Irak, en un intento de romper las líneas de suministro de los grupos yihadistas.
"Hoy se tomó la decisión de que los aviones rusos se lancen a la caza de los camiones cisterna que transportan productos petrolíferos a las zonas controladas por el EI", informó el jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Andréi Kartapólov.
El general estimó en casi medio millar el número de camiones destruidos por la aviación rusa en los últimos días, según informan medios locales.
"Esto ha disminuido notablemente tanto la capacidad de los guerrilleros para la exportación ilegal de hidrocarburos como sus ingresos por el contrabando de petróleo", dijo.
Kartapólov describió como "oleoducto sobre ruedas" las columnas que circulan por las zonas controladas por los grupos yihadistas en Oriente Medio.
Además, los bombarderos Su-34 recibieron hoy la misión de atacar también las infraestructuras de extracción, refinado y transporte de petróleo, principal fuente de financiación para sus actividades terroristas.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, denunció en la reciente cumbre del G20 en Antalya (Turquía) la pasividad de la comunidad internacional ante el tráfico ilegal de petróleo por parte del Estado Islámico.
Además, acusó abiertamente a varios países del grupo de financiar a los yihadistas, en clara alusión a Turquía y Arabia Saudí.
A su vez, los bombarderos estratégicos Tu-160 volvieron a bombardear hoy las posiciones de los yihadistas con misiles de crucero, en el marco de la intensificación de los ataques contra el EI ordenada el martes por el Kremlin.
Putin ordenó también el martes un ataque masivo contra el EI, al tiempo que acordó coordinar las acciones militares con Francia, cuyo presidente, Francois Hollande, visitará la próxima semana Moscú.
EFE
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