La explosión masiva deja un saldo de casi 80 fallecidos y cerca de 4 000 heridos, aunque aún continúan las labores de búsqueda de cuerpos y posibles sobrevivientes.
La explosión masiva en Beirut, capital de Líbano, ha sido sumamente poderosa, al punto de crear ondas sísmicas equivalentes a un seísmo de magnitud 3.3, informó el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sis siglas en inglés).
Asimismo, precisó que el equivalente de magnitud 3.3 no significa que es, "directamente comparable a un terremoto de tamaño similar". Esto debido a que los terremotos se producen bajo tierra y las explosiones son superficiales. Sin embargo, si esta última se hubiera producido en lo profundo, se hubiera sentido similar a un sismo.
Según Don Blakeman, un geofísico del Centro Nacional de Información sobre Terremotos de Estados Unidos, la mayor parte de la energía entra en el aire y los edificios. "No se transmite suficiente energía a las rocas del suelo", dijo a CNN.
Hasta el Momento la cifra de fallecidos asciende a 78, según el Ministerio de Salud de Líbano. El titular de la cartera sanitaria del país, Hamad Hassan, dijo a Reuters que casi 4 000 personas resultaron heridas tras la explosión.
"Hay muchas personas desaparecidas hasta ahora. La gente está preguntando al departamento de emergencias acerca de sus seres queridos y es difícil buscar por la noche porque no hay electricidad. Nos enfrentamos a una verdadera catástrofe y necesitamos tiempo para evaluar el alcance de los daños", dijo Hassan a Reuters.
El Primer Ministro libanés, Hassan Diab, afirmó por la noche que se estima que 2 750 toneladas de nitrato de amonio estaban almacenadas en un angar de Beirut durante seis años, según un comunicado publicado en el sitio web de la Presidencia de la República del Líbano.
Aún no está claro qué causó exactamente la explosión o cómo se inició el fuego en el almacén.
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