Las fuerzas kurdas de Siria y el gobierno de Turquía se acusan mutuamente de haber roto el acuerdo del alto al fuego. Mientras tanto la población civil sufre por el bombardeo.
Un bombardeo turco que, según una oenegé, mató este viernes a catorce civiles en una localidad fronteriza del norte de Siria, hacía peligrar la tregua entre Ankara y los combatientes kurdos.
Los catorce civiles murieron a causa de un bombardeo aéreo turco y disparos de mortero de milicias sirias que apoyan a Ankara, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé que tiene una amplia red de información.
Las víctimas se produjeron en el pueblo de Bab al Jeir y en aldeas aledañas, cercanas a la localidad de Ras Al Aín, una zona muy disputada. Los kurdos denunciaron de inmediato una "violación" del alto el fuego acordado el jueves por la noche con Turquía, a instancias de Estados Unidos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió por su parte que si el alto el fuego no se respeta por el lado kurdo, la ofensiva se reanudará.
"Si las promesas se respetan de aquí al martes por la noche, la cuestión de la zona de seguridad estará resuelta. Si no, la operación 'Manantial de paz' se reanudará en cuando expire el plazo de 120 horas", indicó en rueda de prensa.
"Pese al acuerdo de alto el fuego, los bombardeos y los disparos continúan y toman como blancos a milicianos, a la población civil y al hospital" del pueblo de Ras al Aín, denunció a su vez Mustafá Ali, un portavoz militar kurdo.
Fuego de artillería esporádico
El viernes por la mañana ya se habían registrado en la región combates esporádicos y una corresponsal de la AFP presente del lado turco de la frontera, oyó disparos de artillería y explosiones, mientras columnas de humo blanco se elevaban en el cielo del lado sirio.
"Hay fuego de artillería esporádico y se escuchan disparos en la ciudad de Ras al Aín", declaró a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Por otro lado, unos 2.300 sirios, en su mayoría mujeres y niños, huyeron de los combates en el noreste de Siria y cruzaron a Irak en los últimos días, informó este viernes la ONU.
Amnistía Internacional denunció este viernes que las fuerzas turcas y los grupos sirios que les apoyan en la ofensiva contra los kurdos del norte de Siria cometieron "crímenes de guerra", entre ellos "ejecuciones sumarias" y crueles ataques contra civiles.
"La situación es bastante obvia. Este llamado 'alto el fuego' no es lo que esperábamos. De hecho, no es un alto el fuego, es una exigencia de capitulación de los kurdos", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk a los periodistas en Bruselas.
Reacciones internacionales
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que "próximamente" la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro británico Boris Johnson y él mismo se reunirán con Erdogan.
Macron aseguró que él se enteró de la retirada estadounidense a través de un tuit, en alusión al inesperado anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump.
El jueves por la noche en Ankara, el vicepresidente estadounidense Mike Pence había anunciado que Turquía iba a suspender durante cinco días su ofensiva en Siria, iniciada el 9 de octubre, y a ponerle fin si las fuerzas kurdas se retiraban de un sector fronterizo en este plazo.
Turquía considera "terroristas" a estas fuerzas kurdas sirias por sus relaciones estrechas con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que libra una sangrienta guerra de guerrillas contra Ankara. Sin embargo, esta milicia kurda fue aliada de la coalición internacional en la lucha contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
AFP
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