"Más allá de la destrucción material, los movimientos extremistas y terroristas que toman como blanco el patrimonio atacan el propio concepto de la dignidad humana", condenó Fréderic Vacheron.
La destrucción del patrimonio provocada por las intervenciones militares y los ataques terroristas en el conflicto de Siria es un "atentado contra la humanidad" y una agresión a la "dignidad humana", dijo Fréderic Vacheron, especialista del programa de Cultura para el Cono Sur de la Unesco.
"Más allá de la destrucción material, los movimientos extremistas y terroristas que toman como blanco el patrimonio atacan el propio concepto de la dignidad humana", expresó Vacheron, quien se encuentra en Asunción organizando unos talleres para la preparación de un inventario de bienes de Paraguay que puedan optar a ser declarados patrimonio por la Unesco.
El experto de la Unesco alertó además que el tráfico ilícito de bienes culturales es una de las fuentes de financiación del terrorismo.
Por ello, apeló al compromiso ciudadano para no adquirir estos objetos y ayudar a la Interpol (policía internacional) y otras autoridades a identificar bienes obtenidos de manera ilegal en conflictos bélicos.
"No estamos hablando ya de los escenarios militares, sino de ventas de objetos que pueden ser situaciones más cotidianas", afirmó.
Agregó que los ciudadanos deben entender que "lo que pasa en Palmira es como si hubiera ocurrido en la propia casa", en referencia a la conquista de esta antigua ciudad siria por parte de los extremistas, cuyas ruinas forman parte del listado de Patrimonio Mundial de la Unesco.
La agencia de Naciones Unidas afirma que organizaciones terroristas yihadistas como Daesh utilizan la venta de obras expoliadas del patrimonio histórico-artístico como vía de financiación, y cifra en unos 10.000 millones de dólares el valor de las piezas robadas por este grupo.
nacioEl pasado sábado, una explosión en un túnel causó importantes daños materiales en la puerta de la ciudadela histórica de la ciudad siria de Alepo, incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco y que data del siglo XIII.
La guerra civil en Siria, que dura ya casi cinco años, ha dañado los seis lugares declarados patrimonio de la humanidad en el país, entre ellos la ciudad histórica de Alepo, atravesada por las líneas del conflicto, el castillo Crac de los Caballeros, en la frontera con Líbano, o la ciudad de Apamea, que era una de las ciudades romanas mejor conservadas del Mediterráneo.
La Unesco condenó a fines de junio los "ataques bárbaros, la violencia y los crímenes cometidos por el denominado Estado Islámico" en lugares patrimoniales de países como Siria o Irak.
La agencia de Naciones Unidas lanzó la campaña "Unidos por el patrimonio" que, según Vacheron, busca servir no solo de plataforma de información sobre lo que ocurre con el patrimonio de Medio Oriente, sino de acción para contrarrestar el terrorismo a través de la concienciación ciudadana.
EFE
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