Una firma árabe ha probado la factibilidad logística del proyecto y estima que el traslado del bloque de hielo tardaría un año
(Agencia N+1 / Daniel Meza) Vivir en un clima desértico y seco, cuyas temperaturas pueden llegar a 50 grados centígrados en sus meses más cálidos, tiene sus desventajas. Es el caso de los Emiratos Árabes Unidos, un país en el medio del desierto, donde además del calor infernal que golpea en verano, escasea el agua potable. Para lidiar con esto, una firma local —a la que no parece gustarle las tareas fáciles— tiene un plan realmente loco: traer nada menos que icebergs de la Antártida hacia la costa del Golfo Pérsico, desde donde se cosecharía miles de millones de galones de agua fresca apta para el consumo de los emiratíes.
La National Advisor Bureau, basada en Abu-Dhabi, planea extraer bloques colosales de hielo desde la isla Heard, a unos 1.000 kilómetros de la costa antártica. Los transportaría recorriendo unos 8.800 kilómetros hasta Fujairah, uno de los siete emiratos que hacen los EAU.
Larga travesía. Solo un iceberg proveería suficiente agua para un millón de personas por 5 años, de acuerdo a la firma. Y el plan podría empezar a ejecutarse a inicios del próximo año. El director de la firma Abdullah Mohammad Sulaiman Al Shehi dijo haber recorrido la ruta del transporte que se empleará y se han usado simuladores para probar la factibilidad del esquema. Se estima que el transporte de un iceberg a los EAU tomaría aproximadamente un año.
El directivo, quien asegura ya tener listo el plan técnico y financiero, indicó que el mejor método para transportar el iceberg es remolcarlo. La firma no ha especificado qué tipo de embarcación se usará para el remolque, pero ha compartido este video que grafica lo proyectado:
Mina de hielo. Los EAU es uno de los países más áridos del mundo y está en la lista de los diez países que más sufren de escasez de agua, recibiendo menos de 4 pulgadas de promedio anual de lluvia. Pese a esto, consume más agua que el doble del promedio de naciones del mundo, poniéndose en riesgo de sequías en los próximos 25 años.
Un iceberg promedio tiene unos 20 mil millones de galones de agua, de acuerdo a la propia compañía. Toma mucho tiempo que estos se derritan, ya que el 80% de su masa está bajo el agua, mientras que el hielo blanco que se puede ver desde fuera refleja la luz del sol, anulando el efecto del calor. Una vez instalado, a través de un sistema previamente construido, los trabajadores extraerán el agua del iceberg como si se tratara de una mina. El mecanismo consistiría en extraer bloques de hielo y colocarlos en tanques gigantes antes de filtrar y procesar el agua, “la más pura del mundo”, como lo avizora el directivo.
Otro efecto de la presencia del iceberg sería la generación de un microclima húmedo y hasta de lluvias. Y un beneficio adicional sería el atractivo que produciría tal extravagancia, alentando visitas de los curiosos que quieran verla de cerca.
Opción alternativa. Otra potencial solución (acaso más práctica y factible) a la falta de agua en un clima excesivamente seco fue planteada por ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts: se trata de un sistema que a través de sus materiales recolecta el agua contenida en el aire en ambientes muy áridos que solo se vale de energía solar para funcionar. Ojalá alguien le pueda avisar de esto último a Sulaiman.
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