Lo anunció el presidente Enrique Peña Nieto en un evento celebrado en la Ciudad de México.
México, uno de los países más golpeados por el narcotráfico en el mundo, dio hoy un golpe de timón a su política antidrogas al enviar su presidente, Enrique Peña Nieto, al Senado dos reformas para legalizar la marihuana medicinal y aumentar la cantidad de gramos permitidos para el consumo personal.
Con este anuncio, lanzado por Peña Nieto en la Secretaría de Salud, rodeado de parte de su Ejecutivo, gobernadores y destacados miembros de la sociedad civil, México cerró un debate nacional convocado por su Gobierno sobre el uso del cannabis que coleaba desde los últimos meses de 2015.
De aprobarse, esas reformas legales autorizarán los medicamentos elaborados a base de marihuana o de sus activos, y su importación y registro, siempre bajo "estrictos controles sanitarios", así como la investigación clínica de la marihuana, reveló.
También supondrán el fin del viacrucis de miles de enfermos que mejorarían su calidad de vida con el consumo de derivados del cannabis.
La polémica sobre la marihuana. La otra gran medida propuesta hoy por Peña Nieto fue el aumento de la cantidad de marihuana permitida para consumo propio, de los 5 gramos actualmente permitidos a los 28 gramos que contemplan los "estándares internacionales".
"Esto quiere decir que se dejará de criminalizar el consumo" y permitirá liberar a los consumidores presos o sujetos a proceso penal por haber portado cantidades inferiores a 28 gramos y que cumplen "condenas auténticamente desproporcionadas", anticipó.
Según datos oficiales, el 60 % de los presos en cárceles federales mexicanas está allí por delitos contra la salud (narcotráfico), una cifra que sube al 80 % entre las mujeres.
Peña Nieto ahondó en la necesidad de concebir las drogas desde la "prevención, la salud y los derechos humanos", un enfoque que ya defendió esta semana en la Cumbre de las Drogas celebrada en las Naciones Unidas, donde instó a dejar atrás el prohibicionismo.EFE
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