Los cuatro agentes fueron detenidos en Jalisco tras ser acusados de la desaparición forzada de los ciudadanos europeos reportada el pasado 31 de enero.
Cuatro policías del municipio de Tecalitlán, en el occidental estado mexicano de Jalisco, fueron detenidos tras confesar que entregaron a miembros del crimen organizado a los tres italianos desaparecidos el 31 de enero, informó este domingo el fiscal de Jalisco, Raúl Sánchez.
Salomón "N", Emilio "N", Fernando "N" y Lidia "N" son acusados del delito de desaparición forzada de personas y serán puestos a disposición de un juez de Ciudad Guzmán, una de las principales ciudades del sur de Jalisco.
Raffaele Russo, de 60 años de edad; su hijo Antonio Russo, de 25 años, así como su sobrino Vincenzo Cimmino, de 29 años, originarios de Nápoles, fueron vistos por última vez el 31 de enero en Tecalitlán. Los policías confesaron que detuvieron a los tres pues un grupo de la delincuencia organizada "les pidió que los entregaran".
Sánchez confirmó que los policías detuvieron primero a Raffaele Russo, el mayor del grupo, y horas después a Antonio y Vincenzo cerca de la gasolinera de Tecalitlán. El fiscal precisó que ninguno de los extranjeros llegó a la cárcel municipal, porque se trató de una operación coordinada "con el crimen organizado".
"Los vendieron por 43 euros"
Los familiares interpusieron una denuncia el 1 de febrero en la Fiscalía General de Jalisco, ya que sospechaban que los policías de ese municipio eran responsables de su desaparición debido a que uno de ellos les advirtió en un mensaje que habían sido detenidos por los uniformados.
"Los vendieron por 43 euros, algo monstruoso", se lamentó indignado Francesco Russo, hijo de unos de los tres italianos desaparecidos, durante una entrevista este domingo a la emisora pública italiana RAI1. "Esos sí son criminales, no mi hermano, ni mi padre, ni mi primo", declaró Russo.
Los familiares niegan que estén involucrados con el crimen organizado y reiteran que se trata de simples comerciantes. "¿Nosotros, narcotraficantes? Es una mentira", declaró al diario italiano La Repubblica, Daniele Russo, otro familiar.
Francesco Russo negó que su padre, Raffaele, utilizara documentos falsos durante su permanencia en México, y reiteró que los tres napolitanos se encontraban en ese país para vender generadores eléctricos.
