Las focas se perdieron luego de que las aguas donde vivían se congelaran y no pudieran volver al océano, explican los especialistas. Algunas han muerto al ser golpeadas por automóviles.
Decenas de focas han invadido un pequeño pueblo al norte de la Isla de Terranova (Canadá) y los habitantes han pedido ayuda a su gobierno debido a la dificultad para circular a causa de estos animales.
La alcaldesa del poblado de Roddickton, Sheila Fizgerald, informó que alrededor de 40 focas han bloqueado las carreteras e impiden el acceso de los ciudadanos a sus casas y garajes. Pero los habitantes no pueden tocar a los mamíferos marinos debido a la normativa local.
Algunos residentes aseguran que las focas empezaron a aparecer en Navidad. Otros afirman haberlos visto varias semanas antes de las fiestas de fin de año. Pero esta semana su presencia se hizo más notoria: se arrastran por las calles y los caminos, aparecen en estacionamientos y sorprenden a los vecinos en sus garajes o en sus patios.
Sin embargo, no todo es divertido como parece. Dos de ellas murieron el martes al ser golpeadas por automóviles, debido a que su pelaje se confunde con la nieve a los lados de la carretera.
Pero no hay mucho que los residentes puedan hacer, pues las regulaciones del país prohíben tocar a los animales. Por ello, los habitantes se han visto obligados a observar a los mamíferos marinos buscando agua y comida.
"Perturba a los habitantes. Nos inundan a llamadas pidiendo que hagamos algo porque se las encuentran en su patio o porque las ven sufriendo en las calles", lamentó la alcaldesa en declaraciones a Huffington Post.
El pueblo quiere que el departamento de pesca se encargue de devolverlas al agua. "No se trata de que lo hagan por sí mismas, si pudieran, ya lo habrían hecho. Y el pueblo no puede encargarse de ello", apunta Fitzgerald.
Las focas, hambrientas y cansadas, emiten sonidos de desorientación, por lo que los Científicos del Departamento de Pesca y Océanos (DFO) consideran que se han perdido.
Según explican, los mamíferos emigran hacia el sur desde el Ártico cada invierno. Al principio de la temporada, cuando el agua todavía está caliente y hay poco hielo, tienden a pegarse a la costa. Pero cuando el agua detrás de ellos se congela, se desorientan al no poder volder al océano y se dirigen a la tierra.
Garry Stenson, un especialista del departamento de pesca, apunta que las focas de Groenlandia suelen moverse en el océano y es normal que se alejen de la costa, pero en Roddickton hay demasiadas y llevan un tiempo inusualmente largo en tierra. Su teoría es que se han alejado demasiado y ya no saben volver.
"¿Qué va a ocurrir cuando estas focas empiecen a morir por toda la zona? Podría impactar en la salud y el bienestar de la gente. Nadie quiere ver a los animales sufriendo, pero también es duro para el pueblo", añade Fitzgerald.
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