Los quelíceros, dentro de los que están los Santacaris, son los antiguos parientes de varios artrópodo actuales. El hallazgo de fósiles bien conservados hace décadas ha permitido a los investigadores, finalmente, describirlos a detalle.
(Agencia N+1 / Víctor Román). Los paleontólogos han descrito los fósiles de los quelíceros más antiguos, un pariente de las arañas modernas, los escorpiones y las garrapatas, según la revsita Nature. Los fósiles de este animal se encontraron en sedimentos de 508 millones de años en el sur de Canadá. Mollisonia plenovenatrix, como se llamaba al animal, tenía quelíceros masivos cortos, una característica clave del grupo. Los queliceraidas es un subtipo de artrópodos que a los incluyen arácnidos (arañas, escorpiones, garrapatas), arañas marinas y cangrejos herradura.
Todos ellos tienen una quelicera: apéndices cerca de la boca, que consisten en 2-3 segmentos y lucen como garras. Tienen diferentes funciones, pero generalmente sirven para alimentar al animal. Presumiblemente, los quelíceros aparecieron en el medio del Cámbrico (hace 541–485.4 millones de años). En 1983, los paleontólogos encontraron en las lutitas de Burgess (depósitos en el suroeste de Canadá, que se formaron hace unos 508 millones de años) fósiles de un pequeño artrópodo de 4.6–9.3 centímetros de largo con seis pares de extremidades cerca de la boca.
Santacaris (Sanctacaris), como se llamaba al animal, se atribuía a los quelíceros primitivos. Sin embargo, los estudios filogenéticos han demostrado que es más probable que Santacaris pertenezca al grupo ancestral inmediato de quelíceros. Cédric Aria y Jean-Bernard Caron del Royal Ontario Museum llegaron a la misma conclusión, ya que las extremidades del animal no eran como los quelíceros.
Se confirma la hipótesis
En un nuevo trabajo, los científicos describieron los fósiles de los supuestos quelíceros, que vivieron hace unos 508 millones de años, confirmando así la existencia de los quelíceros más antiguos del Cámbrico Medio. Los investigadores han descubierto en los esquistos de Burgess fósiles bien conservados de varios artrópodos de una nueva especie del género Mollisonia, que tenía queliceras. Los especialistas han encontrado los restos de mollisonia desde 1912, pero todos los fósiles estaban en malas condiciones y era imposible notar la presencia de su quelicera.
El representante más antiguo del grupo, que se llamaba Mollisonia plenovenatrix, tenía un caparazón que consistía en segmentos, ojos grandes y complejos, once pares de extremidades en el tronco y tres pares en el cefalotórax. Entre los ojos del animal había grandes quelíceros y cortos, y alrededor de la boca, algunas excrecencias más. Las M. Plenovenatrix eran pequeñas: su longitud era de unos 2,5 centímetros.
Los órganos respiratorios fueron similares en algunos quelíceros modernos. Las branquias que tienen las arañas modernas y algunos escorpiones son similares a las páginas de un libro cerrado. Están ubicados en la cavidad del abdomen y están conectados al medio ambiente a través de pequeños orificios a través de los cuales tiene lugar el intercambio de gases.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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