Tras una semana de combates en Kursk, Ucrania reconoció por primer vez que sus fuerzas se encuentran en territorio de Rusia, mientras continúan las evacuaciones de civiles en distritos rusos.
Tras meses de retroceso frente a los soldados rusos en su frente este, Ucrania lanzó el 6 de agosto el mayor ataque en territorio ruso desde el inicio de la ofensiva de Rusia en febrero de 2022. Según Kiev, el objetivo de la incursión ucraniana en el óblast fronterizo ruso de Kursk no es "tomar el territorio de la región" sino proteger a los civiles ucranianos.
Hasta el lunes, Ucrania controlaba el lunes por la noche 800 km2 de Kurks, de acuerdo a un análisis de datos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). Kiev, por su parte, reivindicó el lunes el control de 1.000 km² de territorio ruso en esta región fronteriza.
A modo de comparación, Rusia avanzó 1.360 km² en territorio ucraniano desde el inicio del año 2024, y las contraofensivas de Ucrania en su propio territorio durante el mismo período solo representaban 20 km², según el análisis de la AFP.
La gran contraofensiva ucraniana fallida del verano de 2023 permitió a Kiev recuperar hasta 250 km² controlados por el ejército ruso en las regiones de Donetsk y Zaporiyia.
Sin embargo los avances rusos en territorio ucraniano no se han detenido desde el ataque sorpresa del 6 de agosto. El ejército ruso tomó el control de 69 km² adicionales desde esa fecha y 111 km² en total desde principios de agosto, a los que se suman los 201 km² tomados en julio.
En total, desde la invasión del 24 de febrero de 2022, Rusia ha tomado 65.891 km² del territorio ucraniano, según los datos al 12 de agosto. Con Crimea anexionada en 2014 y las zonas del Este ya bajo control ruso antes de esta guerra, son 108.070 km² los ocupados por Rusia, lo que representa 18% de Ucrania según sus fronteras internacionalmente reconocidas.
Sin intención de anexionarse territorios
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Ucrania, Georgiy Tykhy, aclaró que Kiev no pretende "anexionarse" territorios rusos, en referencia a las operaciones militares que llevan a cabo desde hace una semana en Kursk.
"A diferencia de Rusia, Ucrania no necesita propiedades ajenas. Ucrania no desea anexionarse ningún territorio de la región de Kursk, pero quiere proteger la vida de su pueblo", indicó el diplomático en rueda de prensa, añadiendo que las "acciones ucranianas son absolutamente legítimas".
Señaló que tan solo desde el inicio del verano se han contabilizado más de 2 000 ataques contra la región ucraniana fronteriza de Sumi procedentes de la limítrofe Kursk.
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"Por desgracia, Ucrania no tiene la posibilidad de llevar a cabo ataques de largo alcance con las armas existentes para protegerse de este terror", dijo el portavoz en referencia a la negativa de los aliados a que Kiev utilice ciertos tipos de armas contra territorio ruso.
"Por ello, es necesario liberar estas zonas fronterizas donde los contingentes militares rusos con la ayuda de las Fuerzas Armadas (rusas) atacan Ucrania o dan cobertura al terror contra los ucranianos", razonó.
Además, Tiji agregó que la operación ofensiva en Kursk complica la logística militar rusa y dificulta a Moscú la tarea de trasladar unidades adicionales a la región oriental ucraniana de Donetsk, donde está ejerciendo una gran presión sobre la línea de frente en la zona de Pokrovsk.
Evacuación de otro distrito ruso
Las autoridades del distrito de Bolshesoldatski en Kursk anunciaron este martes la evacuación de la población ante la inestable situación en la zona, donde viven unas 10.000 personas.
"Hasta ahora no había una evacuación en nuestro distrito. Los que querían, se marchaban por su cuenta y nadie les ponía pegas. Hoy empezamos a recoger los datos de las personas que sí necesitan ser evacuadas", escribió el dirigente local, Vladímir Zaitsev, en su canal de Telegram.
En el distrito de Bolshesoldatski, colindante con el distrito de Sudzha, el primer objetivo de la incursión ucraniana, viven unas 10.000 personas.
Se trata de un territorio próximo a la ciudad de Kurchatov, que acoge la central atómica de Kursk, y a la capital regional, con unos 430.000 habitantes.
El gobernador de la región, Alexéi Smirnov, reconoció ayer que unas 121.000 personas ya han sido evacuadas de las zonas fronterizas con Ucrania y otras 60.000 serían trasladadas a sitios más seguros más adelante.
(Con información de EFE y AFP)
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