"El mundo necesita a Rusia, Rusia y Europa están condenadas a trabajar juntas", le dijo el expresidente francés Nicolás Sarkozy.
El expresidente francés Nicolás Sarkozy le dijo al presidente ruso, Vladímir Putin, que Rusia y Europa se necesitan mutuamente y deben superar sus diferencias, en una visita a Moscú vista con recelo por París.
"Usted conoce mi profundo convencimiento: el mundo necesita a Rusia, Rusia y Europa están condenadas a trabajar juntas", afirmó Sarkozy, al comenzar una reunión con el jefe del Kremlin en la residencia campestre de éste a las afueras de Moscú.
"Estoy seguro de la necesidad de salir de la confrontación en la que nos encontramos actualmente", añadió el exmandatario francés, en referencia a la tensión existente entre Moscú y la Unión Europea debido a la crisis ucraniana, según informaron los medios rusos.
Antes de acudir a Novo Ogariovo a reunirse con Putin, el líder del partido conservador francés Los Republicanos expuso su visión sobre Ucrania y la intervención rusa en Siria en una conferencia ofrecida ante cientos de futuros diplomáticos rusos en el prestigioso Instituto de Relaciones Internacionales (MGIMO).
Sarkozy calificó de "socio indispensable" a Rusia para lograr un arreglo del conflicto en Siria, para lo cual -añadió- los bombardeos aéreos no son suficientes.
"Hay que unificar las dos coaliciones en una sola. Es la única forma de llegar a una solución política", dijo, en referencia a la acción de Rusia, por un lado, y la de los países encabezados por Estados Unidos que también bombardean en Siria, por otro.
Sobre el asunto que más divide a la comunidad internacional, la figura del presidente sirio, aliado de Moscú, Sarkozy aseguró que "nunca se podrá lograr la reconciliación en torno a Bashar al Asad", ya que el presidente sirio "es el responsable de la muerte de 250.000 de sus ciudadanos".
No obstante, alejándose de la posición oficial que defiende el Gobierno francés, señaló que la salida del poder del mandatario sirio "no debe ser un prerrequisito" para empezar a buscar un arreglo político.
El expresidente viaja acompañado de algunos de sus antiguos ministros, como Rachida Dati, Christian Jacob, Gérard Longuet y Pierre Lellouche.
EFE
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