Las acciones de las fuerza aérea rusas intentan expulsar a la población turcomana y a los ciudadanos de fe musulmana suní del área de Latakía, según el primer ministro turco.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, denunció este miércoles que el Ejército ruso está acometiendo una "limpieza étnica" en el noroeste de Siria para proteger sus intereses.
Las acciones de las fuerza aérea rusas intentan expulsar a la población turcomana y a los ciudadanos de fe musulmana suní del área de Latakía, la ciudad portuaria siria que sigue siendo un feudo del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, señaló Davutoglu, en declaraciones reproducidas por el diario turco Hürriyet.
Moscú intenta así "proteger sus bases", abundó el primer ministro turco, en referencia aparentemente a la base aérea siria que Rusia utiliza para sus operaciones militares en el país árabe y la base naval de Tartus, unos 70 kilómetros al sur.
También con los bombardeos en Azaz, al norte de Alepo, Moscú intenta cortar las líneas de aprovisionamiento de la "oposición moderada", algo que acaba beneficiando al grupo terrorista Estado Islámico, aseguró el primer ministro turco.
Por otra parte, Davutoglu rechazó que el envío de militares turcos a las cercanías de Mosul, en el norte de Irak, pueda considerarse una agresión y lo definió como un acto de solidaridad con el país vecino.
La presencia de tropas turcas en esta zona cercana a la región autónoma del Kurdistán iraquí sirve para proteger a los instructores militares turcos contra amenazas del Daesh, reiteró el primer ministro turco.
Las relaciones entre Turquía y Rusia pasan por momentos de máxima tensión por el derribo de un avión ruso el pasado 24 de noviembre por parte de la aviación turca, supuestamente sobre el espacio aéreo del país eurasiático.
EFE
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