El ataque, condenado por los talibanes y reivindicado por el Estado Islámico, se dio durante una marcha pacífica de una etnia en Kabul, Afganistán.
El Estado Islámico (ISIS ), a través de la agencia Amaq, reivindicó el ataque suicida que provocó 80 muertos y 231 heridos en Kabul, Afganistán. El atentado se dio este sábado durante una manifestación de la minoría étnica hazara, de la rama islámica chií. Aunque las mayoría de las víctimas con civiles, entre ellas también se encuentra "un número de fuerzas de seguridad" que vigilaban la marcha, según un comunicado del Ministerio del Interior afgano.
El atentado. El ataque se produjo hacia las 14:30 (hora local) durante una manifestación de miles de afganos, la mayoría hazaras, que protestaba contra un proyecto eléctrico del Gobierno. La marcha discurría pacíficamente entre fuertes medidas de seguridad, que impidieron que esta se acercara al palacio presidencial. Según fuentes oficiales citadas por el canal afgano Tolo, el atentado tuvo lugar cuando los manifestantes se reagrupaban en la zona de Dehmazang y fueron tres los atacantes.
Ataque suicida. El ministerio aseguró que "de acuerdo con la información inicial, tres suicidas con bombas cometieron el ataque. Uno detonó su chaleco explosivo, el segundo falló en su intento de explotarlo y el tercero fue abatido por las fuerzas de seguridad afganas". El ISIS, en su reivindicación del ataque a través de la agencia Amaq vinculada al grupo yihadista, asegura que fueron dos de sus combatientes los que "detonaron cinturones con explosivos en una concentración de chiíes en la zona de Dehmazang en Kabul".
Víctimas fatales. El portavoz del Ministerio de Salud Pública de Afganistán, Ismail Kawusi, confirmó a la agencia Efe que al menos murieron 61 personas y 207 resultaron heridas. El presidente afgano, Ashraf Gani, aseguró en un comunicado que entre los fallecidos y heridos se encuentran "miembros de las fuerzas de seguridad y defensa", sin aportar más detalles. Además, afirmó que "los terroristas entraron entre los manifestantes y llevaron a acabo las explosiones".
Autoría reclamada. "Dos combatientes del Estado Islámico detonaron cinturones con explosivos en una concentración de chiíes en la zona de Dehmazang en Kabul", según un escueto mensaje difundido por este medio. La reivindicación de esta formación se produjo después de que los talibanes negaran cualquier implicación en el atentado. Zabaiullah Mujahid, uno de los portavoces de los talibanes, condenó a través de su cuenta oficial en Twitter "cualquier ataque que cause división y discriminación entre la gente y la religión. Es algo que beneficia al enemigo".
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