Joanna Palani tenía solo 21 años cuando dejó todo lo que conocía en Dinamarca para ayudar a los kurdos en su lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico.
Joanna Palani es una bella joven danesa que llevaba una vida normal en Copenhague estudiando Política y Filosofía, pero su vida cambió por completo cuando en noviembre de 2014, cuando solo tenia 21 años, decidió dejarlo todo y marcharse a Siria para combatir al grupo terrorista Estado Islámico.
Kurda de corazón: Palani, de origen kurdo, se enroló primero a la YPG (Unidad de Protección del Pueblo) y luego a la Peshmerga, el ejército de combatientes kurdos. Más de un año ha pasado desde que dejó Dinamarca y ahora dice conocer muy bien a los terroristas. "Los yihadistas son fáciles de abatir, no como los soldados de Bashar al Assad, que son máquinas de matar", contó Palani al portal Vice.
Su primera experiencia: Ahora que las autoridades kurdas le dieron permiso para visitar a su familia en Dinamarca, Palani contó a Vice su primera experiencia en el campo de batalla en Siria: Un francotirador mató a su compañero de guardia, un combatiente sueco al que el terrorista del Estado Islámico le disparó entre ceja y ceja tras detectar el humo de su cigarro. "Fue brutal", dijo.
Una terrible anécdota: A inicios de 2015, Palani integró un batallón que liberó a un pueblo cerca de Mosul. Allí descubrieron a un grupo de menores que eran usadas como esclavas sexuales por los terroristas. "Todas las chicas eran menores de 16 años, algunas eran muy jóvenes. Conocí a una en el hospital, era una cristiana siria. Murió mientras le sostenía la mano, tenía 11 años y estaba embarazada de gemelos. Su carita estaba tan hinchada. Recuerdo al médico llorando", cuenta.
Orgullosa de haber ayudado a los kurdos: Palani se siente orgullosa de su papel como instructora de jóvenes, principalmente de combatientes kurdas. "Las jóvenes son increíbles, están eufóricas después de regresar de las líneas del frente. Son muy valientes, más valientes de lo que yo jamás podría haber sido a su edad".
No podrá volver: Para frenar a posibles personas que quieran unirse al Estado en la zona de conflicto, las autoridades europeas han instaurado una nueva ley que castiga con 6 años de prisión a quienes vayan a la zona a combatir. En ese sentido, cuando Palani regresó de vacaciones a Dinamarca, las autoridades le confiscaron su pasaporte y por ello no podrá regresar a Siria, algo que la muchacha de 23 años lamenta mucho. "Estaba entrenando a varias chicas en el uso de armas. Estoy devastada", cuenta.
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