El tunecino Anis Amri, principal sospechoso del ataque a una feria navideña berlinesa, fue abatido en un tiroteo en Milán, Italia.
La Policía alemana mantuvo el pie en el acelerador de la investigación por el ataque de Berlín, a pesar de la muerte de su presunto autor, para determinar con la mayor celeridad si Anis Amri contó con una red de apoyo.
"La investigación no se ha acabado", aseguró en una comparecencia la canciller alemana, Angela Merkel, tras confirmarse que el principal sospechoso por el atentado en el mercadillo navideño, en el que murieron doce personas y medio centenar quedaron heridas el pasado lunes, fue abatido por la policía italiana esta madrugada en Milán.
El fiscal general, Peter Frank, indicó a este respecto que la investigación se centra ahora en establecer "si en la preparación, realización del atentado o en la huida" este tunecino de 25 años contó con una "red de ayudantes", "colaboradores" o "cómplices".
Las pesquisas se extienden también al arma que empleó Amri en el tiroteo en Milán, para comprobar si es la misma utilizada para matar al conductor del camión del ataque; y a la vía de escape del presunto terrorista, que, según medios italianos, discurrió a través de media Alemania, Francia y el norte de Italia.
Merkel advirtió asimismo de que, aunque "ha terminado un peligro agudo" con la muerte de Amri, "el peligro del terrorismo en su conjunto se mantiene, como desde hace años".
Su ministro de Interior, Thomas de Maizière, comentó a este respecto que la amenaza terrorista se mantiene inalterablemente "alta" en el país, que se sabe objetivo del yihadismo internacional por pertenecer a la coalición internacional que combate al Estado Islámico. (EFE)
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