El hecho se produjo cuando el canciller chavista Jorge Arreaza comenzó su discurso en el que acusó a Colombia y Estados Unidos del daño causado por la droga en América.
Varios diplomáticos abandonaron este jueves una reunión de la ONU sobre drogas en Viena (Austria) por la presencia del canciller chavista, Jorge Arreaza, al que consideran un representante "ilegítimo" del país.
Decenas de representantes de países latinoamericanos pero también de Estados Unidos, Canadá y de algunos países europeos, entre ellos Francia, abandonaron la sala cuando Arreaza subió al podio durante una reunión de la Comisión de Estupefacientes (CND) en Viena.
"Los miembros de la delegación venezolana que están hoy aquí representan el gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro y por eso no pueden ser considerados como hablando en nombre del pueblo venezolano", dijo en un comunicado tras el incidente un portavoz de la misión estadounidense ante las organizaciones internacionales.
Más de medio centenar de países han reconocido como presidente interino al líder opositor Juan Guaidó. Varios diplomáticos latinoamericanos y europeos ya habían salido el mes pasado cuando Arreaza hablaba el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra y pedía conversaciones directas entre el presidente Maduro y el presidente estadounidense Donald Trump para abordar la crisis que vive el país.
Arreaza critica a Colombia y EE.UU.
"Según el informe de la DEA, Colombia sigue siendo la principal fuente de la cocaína incautada y probada en los Estados Unidos en aproximadamente 93%", dijo durante su discurso Arreaza.
"¿Cómo ocurre esto? ¿Cómo puede salir la droga que se produce en Colombia y llegar a Estados Unidos sin que sea detectada por los sistemas de seguridad del país más poderoso de este planeta?", se preguntó el ministro en un discurso ante la Comisión de Narcóticos de la ONU. "¿Cómo no pueden estar involucradas las instituciones y los Estados en este círculo vicioso?", agregó.
En su intervención el ministro denunció que la droga que se produce en el país vecino acaba "en la sangre, las neuronas y las tumbas de jóvenes estadounidenses", y eso, pese a que la DEA (la agencia antidrogas de Estados Unidos) actúa "como vigilante" en el país.
EFE
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