Desde Caracas, el internacionalista Alejandro Linares también remarcó que Estados Unidos aún no presenta pruebas contundentes que justifiquen los ataques contra supuestas narcolanchas.
Hablar del fin del régimen de Nicolas Maduro es un “poco aventurado” a pesar del despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford, el buque de guerra más poderoso y grande del Pentágono, en las aguas internacionales del mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela. Así lo señaló este jueves Alejandro Linares, analista político e internacionalista.
Desde Caracas (Venezuela), el especialista comentó a RPP que el fin de la era Maduro depende de una decisión política de parte de la Administración de Donald Trump, para utilizar la fuerza militar, compuesta por el USS Gerald R. Ford, ocho buques de guerra, seis de los cuales son destructores, y un submarino de propulsión nuclear, así como 4 500 soldados a bordo de las embarcaciones navales.
“Y todo parece indicar que el decisor [Donald Trump] no está del todo seguro a tomar esa decisión. Por ende, mientras llega esa decisión, si es que llega a suceder, podríamos ver el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe como una acción, como una maniobra que persigue dos fines”, declaró en el programa Ampliación de Noticias.
Para Linares, el primer objetivo de Estados Unidos – al que calificó de interés “público” y “declarado” – es el despliegue naval de sus fuerzas militares para frenar el tráfico de estupefacientes, un accionar que se ha cobrado la vida de más de 70 personas tras el ataque a 19 presuntas narcolanchas.
El segundo objetivo, señaló el especialista, es generar zozobra y presión al interín del círculo de Nicolás Maduro, para conseguir una “suerte de fractura” que permita que el régimen chavista colapse por su cuenta.
“Estados Unidos está utilizando parte de la fuerza con la que cuenta para generar presión y para tratar de lograr la salida de la administración Maduro […]. Más que ver con lo energético, tiene que ver con lo que representa la administración Maduro, no solo para el continente, no solo para el hemisferio occidental, sino para el mundo entero”, indicó.
“Nosotros estamos hablando que la administración Maduro representa una organización criminal transnacional, una organización criminal que se ha apuntalado en el Estado venezolano, que utiliza los recursos del Estado venezolano para delinquir”, agregó.
Colombia y Reino Unido dejaron de compartir información de inteligencia
No obstante, el internacionalista remarcó que el Gobierno estadounidense aún no ha presentado evidencia sólida de que a bordo de las embarcaciones atacadas iban narcotraficantes transportando estupefacientes, por lo que la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha acusado a la Administración Trump de violar el derecho internacional.
Además, Linares alegó que por ese motivo los gobiernos de Colombia y del Reino Unido han decidido dejar de compartir información de inteligencia con EE.UU.
“Dentro del marco del derecho internacional, las ejecuciones extrajudiciales representan crímenes de lesa humanidad. Ante esa posibilidad, Colombia y Reino Unido, lo repito, han optado, han decidido por actuar con cautela”, finiquitó.