Según la Santa Sede, el papa Francisco sigue de cerca la crisis en Venezuela y "sus implicaciones humanitarias, sociales, políticas, económicas e incluso espirituales".
El Vaticano expresó este viernes su preocupación y la del papa Francisco por la situación que vive Venezuela y le pidió al Gobierno de Nicolás Maduro a suspender la Asamblea Constituyente por fomentar "un clima de tensión" e "hipotecar el futuro".
En un comunicado, el Vaticano lamentó la "radicalización y el agravamiento de la crisis". Según ellos, el papa sigue de cerca esta situación y "sus implicaciones humanitarias, sociales, políticas, económicas e incluso espirituales". "La Santa Sede pide a todos los actores políticos, y en particular al Gobierno, que se asegure el pleno respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, como también de la vigente Constitución".
Pedidos. La Secretaría de Estado vaticano, dirigida por el cardenal Pietro Parolin, antiguo nuncio en Caracas, urgió que "se evite o se suspendan las iniciativas en curso como la nueva Constituyente, que más que favorecer a la reconciliación y la paz, fomentan un clima de tensión y enfrentamiento e hipotecan el futuro". Junto a esto pidieron que "sea evitada toda forma de violencia" e invitó "en particular, a las fuerzas de seguridad a abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza".
Dado el "grave sufrimiento del pueblo a causa de las dificultades para obtener alimentos y medicamentos, y por la falta de seguridad", el Vaticano pidió que "se creen las condiciones para una solución negociada". En una carta enviada en diciembre, el Vaticano reclamó a Venezuela la creación de un canal humanitario, el reconocimiento de la Asamblea Nacional -actualmente controlada por la oposición-, la liberación de los presos políticos y un calendario electoral
Rechazo. La Asamblea Constituyente, integrada solo por los representantes afines al Gobierno de Nicolás Maduro elegidos en las elecciones del pasado domingo, tiene previsto iniciar sus tareas este viernes, a pesar de las denuncias de fraude electoral. La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) rechaza esta iniciativa de Maduro por considerarla "peligrosa para la democracia" y el presidente de los obispos venezolanos, Diego Padrón, alertó que podría derivar en una "dictadura militar".
La Constituyente ha sido rechazada por países como México, España, Colombia, Estados Unidos, México, así como por la Unión Europea, mientras que ha sido reconocida por China, Rusia, Cuba, Bolivia o Nicaragua. El Vaticano, que impulsó el pasado año una negociación entre las partes que acabó fracasando, se suma de este modo al grupo de países que reclaman a Maduro que suspenda sus planes para cambiar la Constitución. EFE
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