El salario mínimo, que fija el Gobierno, se ubica en 6,92 dólares mensuales, lo que condena a unos tres millones de empleados públicos y cinco millones de pensionistas a la miseria.
La moneda venezolana, el bolívar, se depreció un 15,16 % en los últimos siete días al ubicarse este lunes en 21.659 bolívares por cada dólar, por encima de la tasa de 19.374 unidades locales que costaba la divisa estadounidense el pasado 21 de octubre en la cotización oficial del Banco Central (BCV).
El dato indica también el aumento de la tasa oficial en 17,87 %, muy por debajo del mercado paralelo e ilegal en el que el incremento ha sido de 38,88 % en la última semana.
Con ello, el salario mínimo, que fija el Gobierno, se ubica en 6,92 dólares mensuales, lo que condena a unos tres millones de empleados públicos y cinco millones de pensionistas -que devengan ese monto- a la miseria, según el umbral de Naciones Unidas que ubica en pobreza extrema a quien perciba menos de 1,25 dólares por día.
Además, se reconfirma la cada vez mayor pérdida de poder del bolívar que, según establece la Constitución del país suramericano, es la única moneda de curso legal en Venezuela.
EFE ha podido constatar que, en medio de la crisis, los pequeños comerciantes, los prestadores de servicios y los titulares de cuentas de ahorro han optado por efectuar sus cobros en dólares.
El precio del dólar aumentó su valor en Venezuela unas 6.381.800 veces en 2018, al pasar desde los 10 bolívares por unidad en que se cotizaba en el mercado oficial en enero a los 638,18 -o 63.818.000 antes de la reconversión monetaria que suprimió 5 ceros al signo local- en que se ubicó a finales de ese año.
En el país caribeño rige un control de cambios desde 2003, pero el Ejecutivo de Nicolás Maduro ha permitido su flexibilización en un intento de captar divisas para el erario público, mermado por la caída del bombeo de la industria petrolera, la principal fuente de ingresos del Estado. (EFE)
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