Mientras el Ejército del régimen de Nicolás Maduro bloquea el puente que une ambos países, Colombia y EE.UU. coordinan cómo hacer llegar la ayuda. Juan Guaidó ha ordenado que los militares dejen entrar la ayuda, pero no ha obtenido respuesta.
En Cúcuta, principal paso fronterizo de Colombia con Venezuela, todo es incertidumbre ante la llegada de la ayuda humanitaria internacional para el país petrolero, una iniciativa de la que no sabe cuándo ni cómo se llevará a cabo.
En el más absoluto hermetismo, los Gobiernos de Colombia y Estados Unidos mantienen reuniones para definir cómo se hará la operación de acopio de alimentos y medicinas en esta ciudad y su posterior traslado a Venezuela. Así lo había anunciado el sábado el jefe del Parlamento y presidente interino de ese país, Juan Guaidó, reconocido como tal por la mayoría de la comunidad internacional.
Las tres pistas del puente binacional de Tienditas, por donde se espera que pase la ayuda humanitaria, permanecen bloqueadas por el régimen de Nicolás Maduro, que puso en la mitad la cisterna naranja de un camión y dos contenedores azules, así como unas mallas metálicas que impiden el paso hacia el lado venezolano de la frontera.
Detrás de los obstáculos fueron vistos este miércoles miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), fuertemente armados, mientras que en el lado colombiano hay policías, miembros de Migración Colombia y de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) que planifican la entrega de la ayuda.
Presión para que entre la ayuda
Ante esta situación, Guaidó ordenó a las Fuerzas Armadas que permitan el ingreso al país de la ayuda humanitaria, que además de Cúcuta será enviada por la frontera con Brasil y desde una isla caribeña. "De nuevo a las Fuerzas Armadas una orden directa en este momento: permitan que ingrese la necesaria ayuda humanitaria para atender a sus familias, a su hermana, a su mamá, a su esposa, que seguramente necesita insumos y que algunos, lamentablemente, seguro también tendrán algunas afecciones", dijo en una reunión con productores agropecuarios en Caracas.
A estas declaraciones se sumó la del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, quien aseguró en Twitter que la gente de Venezuela "necesita desesperadamente ayuda humanitaria". "El régimen de Nicolás Maduro debe permitir que la ayuda le llegue a la gente hambrienta", manifestó Pompeo, quien publicó en esa red social una foto del puente bloqueado. En ese sentido, el Gobierno colombiano insistió este miércoles en que continúa trabajando en el proceso de recepción de las ayudas.
Para manejar la logística se instaló el lunes pasado un puesto de mando unificado (PMU) que está ubicado en unas bodegas que colindan con el paso fronterizo de Tienditas. Este puesto coordina con los representantes Guaidó y de Estados Unidos, proveedor de la asistencia, cómo será la entrega luego de que Nicolás Maduro se negara a recibirla porque considera que eso puede dar paso a una invasión extranjera.
Por otra parte, el embajador de EE.UU. en Colombia, Kevin Whitaker, confirmó que su país participa con civiles en esta misión, aunque señaló que la logística aún está por determinar. "Obviamente eso va a depender de las condiciones de Venezuela. Pero toda la idea es hacer llegar la ayuda humanitaria internacional a través de Colombia a la gente sufrida en Venezuela", afirmó Whitaker, quien acompañó al presidente de Colombia, Iván Duque, en la presentación de la nueva política de Defensa y Seguridad de su Gobierno.
“Un tema de rutina”
Aunque el puente de Tienditas acapara toda la atención en la frontera colombo-venezolana, el subcomandante de la Policía de Cúcuta, coronel Francisco Gélvez, aseguró que esa institución sigue vigilando lo que pasa en los más de 100 kilómetros limítrofes que están bajo su jurisdicción. "Esto es un tema de rutina donde pasamos revista a nuestro servicio de Policía, no es nada diferente a la dinámica normal", aseveró el coronel Gélvez.
En las cercanías de Tienditas el movimiento se mantiene como todos los días, salvo por unos curiosos se han acercado a mirar si pasa algo más allá de la cerca de aluminio que impide el acceso al puente desde que fue concluido, en 2016, ya que nunca fue puesto en servicio. Algunos de ellos son venezolanos que viven en Cúcuta y buscan que se les entregue la ayuda humanitaria, ante lo cual el Gobierno colombiano ha recalcado que no deben permanecer en el lugar porque la asistencia está dirigida a quienes están del otro lado de la línea limítrofe.
"Las instituciones colombianas mantienen los programas de asistencia humanitaria que se vienen adelantando con los migrantes venezolanos que ya se encuentran en nuestro país y (...) hacen un llamado para que la población venezolana no se desplace hacia Cúcuta ni a ninguna zona de frontera con el fin de recibir ayudas", señaló la UNGRD en un boletín.
EFE
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