El Festival europeo de la canción estuvo protagonizado por bellas exponentes de la música que deleitaron a los presentes haciendo gala de mucha pasión y dramatismo.
La joven alemana de diecinueve años Lena Meyer-Landrut se
proclamó anoche en Oslo ganadora del Festival de Eurovisión con una
refrescante
canción de pop en inglés, "Satellite", en una gala llena de
sensualidad y mucho dramatismo depositado en las
interpretaciones de sus cantantes.
El Telenor Arena de la capital noruega devolvió la victoria a Alemania después de 28 años, así como al llamado "big four" compuesto por los países que financian la mayor parte del certamen, que no ganaban desde 1997.
España, Reino Unido, Francia y Alemania cargaban desde entonces con una maldición que les alejaba de los primeros puestos de ese concurso musical, acrecentada por el voto político que desvió en los últimos años el epicentro "eurovisivo" a las repúblicas surgidas tras las desintegraciones de la URSS y Yugoslavia.
Pero en este 2010, tras la victoria el año pasado de Noruega y con la medida "preventiva" de que un jurado profesional votara también al cincuenta por ciento (el otro cincuenta se mide por el voto telefónico de los telespectadores), Alemania consiguió "repatriar" el triunfo a uno de los países que fundaron el certamen en 1956.
Así, "Satellite", con sus 246 puntos, barrió ampliamente a sus adversarios, ocupando el segundo puesto "We Could Be The Same" del grupo turco maNga con 170 puntos, y el tercero "Playing With Fire", de los rumanos Paula Seling y Ovi, que recibieron 162 puntos.Pero frente a la alegría de la victoria, el sinsabor del fallo de seguridad que permitió que, en una gala ensayada hasta tres veces en las últimas 48 horas, un imprevisto robara protagonismo a los artistas.
Los últimos puestos de la clasificación fueron ocupados por Bielorrusia y sus "Butterflies" con 18 puntos y, como farolillo rojo, Reino Unido con "That Sounds Good To Me", de Josh, que arrancó sólo diez puntos en las votaciones que se reparten al cincuenta por ciento el jurado profesional y los televotantes.
EFE
El Telenor Arena de la capital noruega devolvió la victoria a Alemania después de 28 años, así como al llamado "big four" compuesto por los países que financian la mayor parte del certamen, que no ganaban desde 1997.
España, Reino Unido, Francia y Alemania cargaban desde entonces con una maldición que les alejaba de los primeros puestos de ese concurso musical, acrecentada por el voto político que desvió en los últimos años el epicentro "eurovisivo" a las repúblicas surgidas tras las desintegraciones de la URSS y Yugoslavia.
Pero en este 2010, tras la victoria el año pasado de Noruega y con la medida "preventiva" de que un jurado profesional votara también al cincuenta por ciento (el otro cincuenta se mide por el voto telefónico de los telespectadores), Alemania consiguió "repatriar" el triunfo a uno de los países que fundaron el certamen en 1956.
Así, "Satellite", con sus 246 puntos, barrió ampliamente a sus adversarios, ocupando el segundo puesto "We Could Be The Same" del grupo turco maNga con 170 puntos, y el tercero "Playing With Fire", de los rumanos Paula Seling y Ovi, que recibieron 162 puntos.Pero frente a la alegría de la victoria, el sinsabor del fallo de seguridad que permitió que, en una gala ensayada hasta tres veces en las últimas 48 horas, un imprevisto robara protagonismo a los artistas.
Los últimos puestos de la clasificación fueron ocupados por Bielorrusia y sus "Butterflies" con 18 puntos y, como farolillo rojo, Reino Unido con "That Sounds Good To Me", de Josh, que arrancó sólo diez puntos en las votaciones que se reparten al cincuenta por ciento el jurado profesional y los televotantes.
EFE
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