El cuarteto escocés encandiló al público con sus mejores temas e incluyó canciones de su nuevo disco titulado "Tonight".

Durante una hora y media de apabullante concierto, la banda liderada por Alex Kapranos, que visitaba el Festival Internacional de Benicàssim por tercera vez tras sus visitas en 2004, siendo aún debutantes, y en 2006, ya consolidados, ha ofrecido el concierto que esta cita necesitaba para ser recordada.
Lo malo -o bueno, según se mire- es que sus dos visitas previas ya fueron antológicas. A lo largo de diecisiete temas, a Franz Ferdinand le ha dado tiempo para presentar su nuevo disco, "Tonight", pero también para saborear la gloria con sus grandes éxitos de su primer álbum homónimo y del posterior "You could have it so much better". Son únicos, cada vez más, para desatar la histeria punk-rock en la gran pista de baile del FIB.
Con una profesionalidad sonora que ha deleitado a los miles de "fibers" que han abarrotado el foso del Escenario Verde, el cuarteto ha repasado desde sus clásicos "This fire", "Michael", "Do you want to" -que posiblemente ha provocado el primer gran baile colectivo del FIB 2009-, "Walk away", "Dark of the matinee", "Auf achse" o "The fallen", hasta piezas nuevas de su último disco, como "No you girls", "Ulysses" o "Turn it on".
Uno de los momentos que más se recordarán en el FIB Heineken será el de Alex Kapranos dedicando en castellano, nada más y nada menos, el "Take me out" que en 2004 les hizo debutar con letras de oro en el punk-pop alternativo pero ya globalizado: "Esta canción es para todos los que no son turistas ingleses".
Y claro, locura colectiva del respetable; en minoría, pero respetable. Han hecho bailar, han entusiasmado, han regalado un efectista montaje de luces y sonido y han dominado las emociones del público con ilusión y ganas de triunfar a lo grande.
Algo así sucede pocas veces y Franz Ferdinand lo ha conseguido esta noche con creces, finalizando con un prolongado éxtasis de electropop que ha hecho recordar a las mejores sesiones de, por ejemplo, Chemical Brothers. Hasta ese punto han evolucionado en apenas cinco años.
EFE
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