El cantautor ofrecerá dos conciertos en el legendario Carnegie Hall de Nueva York, el próximo viernes y el 10 de junio, ciudad en la que no se presenta desde 1979
El cantautor cubano Silvio Rodríguez, que no se presenta en Estados Unidos desde hace más de treinta años, se manifestó hoy complacido en Nueva York de poder actuar de nuevo en este país, una nación a la que dijo admirar.
"Estoy contento de poder regresar a EE.UU., que es un país que admiro en muchas direcciones, en muchos sentidos, aunque muchos no lo crean", dijo el cantautor durante una concurrida conferencia de prensa en Nueva York, donde ofrecerá dos conciertos en el legendario Carnegie Hall, el próximo viernes y el 10 de junio.
La última presentación del artista en Nueva York fue en la Academia de la Música de Brooklyn (BAM) en 1979, cuando realizó una gira junto al también cubano Pablo Milanés.
Rodríguez, de 62 años, está en Nueva york como parte de una gira que comenzó el pasado domingo en Puerto Rico, y que lo llevará además a Oakland y Los Ángeles (California), Washington y Orlando (Florida).
El cantautor aseguró que para él tiene un significado especial cantar en EE.UU., porque "somos un país vecino, aunque llevemos cincuenta años halándonos los pelos, geográficamente estamos condenados a eso y tenemos que llevarnos bien más temprano que tarde".
Rodríguez opinó que haber obtenido finalmente el permiso para viajar a EE.UU., tras muchos intentos, obedece a un cambio en la política de este país hacia Cuba propiciada por la nueva administración del presidente Barack Obama, como lo prometió durante su campaña política.
No obstante, señaló que el mandatario es "un hombre que tiene las manos llenas de muchos problemas y no es fácil. Cambiar la política hacia Cuba lo podría hacer un presidente que no tuviera problemas en tantos frentes diferentes, como la economía y la salud".
"De todas formas, sería bueno de vez en cuando que le dedicara un pedacito de tiempo a Cuba, que no se va a arrepentir", dijo el intérprete de "Unicornio", quien considera que en este momento, la situación entre ambos países "ha vuelto a donde estaba antes de la administración del presidente (George W.) Bush".
Reiteró su deseo de que la tensa situación política entre ambos países llegue a su fin porque han sido "demasiado el tiempo, la angustia, la ausencia, las faltas y los dolores", pero para ello dijo debe acabar el embargo económico que hace cincuenta años impuso EE.UU. a su país.
A su juicio, eso "sería importante para reiniciar las relaciones y hacer un replanteo de la vida interna de los cubanos".
Dijo que el Gobierno español está haciendo algo para ayudar a que se ponga fin al embargo económico "a pesar de que el partido de la oposición está tratando de que no lo haga".
"La derecha española ha usado bastante toda la campaña mediática a raíz de la muerte de un prisionero por inanición (Orlando Zapata), a quien no condeno, para tratar de socavar la intención del actual Gobierno de que se cambie la posición común de la Unión Europea con relación a Cuba", comentó.
Rodríguez reiteró durante la conferencia, que en su mayoría giró en torno a la política, que sigue creyendo en la revolución cubana, pero que ya es tiempo de que en su país caiga la "R" de la "revolución" y ésa se convierta simplemente en "evolución", porque a su juicio son necesarios cambios "políticos y sociales".
"La revolución ha envejecido y para seguir manteniendo los logros que se han conseguido, en campos como la educación y la salud, hay que evolucionar. La revolución es un evento circunstancial y la evolución es una necesidad constante de las sociedades y los seres humanos necesitamos siempre evolucionar y a veces hacer una revolución", comentó.
De otro lado, el cantante se rió cuando se le preguntó si el ex presidente cubano Fidel Castro está vivo. Está "vivito y coleando", dijo Rodríguez, aunque confesó que en su país sólo lo ven también a través de la televisión y que "siempre hay alguien que dice que se le ve en las calles".
Rodríguez, que lanzó hace tres meses su nuevo disco "Segunda cita", dijo además que su primera influencia musical fueron las bandas sonoras de las películas estadounidenses y que precisamente ahora está dedicado a componer música para cine, porque ya no le atrae tanto hacer giras.
EFE
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