El baterista de la legendaria banda neoyorquina se refirió al extinto grupo a poco de presentar su primer libro de memorias "Punk rock blitzkrieg".
Los Ramones pusieron fin a más de tres décadas de carrera en 1996 después de tocar techo y de que uno de sus miembros, Joey, contrajera cáncer. "Nos retiramos en el momento adecuado", afirma el batería Marky Ramone, para quien, no obstante, años más tarde se daban las condiciones para una nueva reunión.
"Habíamos llegado a la cima y era un buen momento para terminar. De esa forma, Joey podría recibir tratamiento médico, pero creo que, si hubiésemos dejado pasar 4 o 5 años de retiro, podríamos habernos reunido de nuevo", opina el músico sobre una época en la que el punk, estilo que prácticamente acuñaron ellos, volvió a estar de moda gracias a bandas jóvenes como Green Day.
Lo dice en una entrevista con Efe concedida, un día antes del inicio de sus conciertos en España y con motivo de la publicación de sus primeras memorias, "Punk rock blitzkrieg".
Marc Bell, auténtico nombre de Marky Ramone, empezó tocando con Richard Hell & The Voidoids y conoció a los Ramones de su paso por el no menos famoso local de Nueva York CBGB. Cuando comenzaron los problemas con el entonces batería, Tommy Erdélyi, fue este mismo quien le recomendó para sustituirle en 1978 en la grabación de "Road to Ruin".
"Yo tocaba mucho más duro que Tommy, pero quería mantener la intensidad original", ha explicado quien terminó grabando ocho álbumes en total, hasta "¡Adiós amigos!" (1995), muchos más que su predecesor, y que asegura haberse sentido parte de la banda "desde el mismo momento en el que entró al estudio".
Al final ha resultado ser el único Ramone superviviente de los miembros más emblemáticos y, aunque no fue uno de los fundadores, su aportación fue reconocida cuando en 2002 fue incluido junto a Dee Dee, Joey, C.J. y el propio Tommy en el Salón de la Fama del Rock and Roll. EFE
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