La canción oficial de Rusia 2018 y otras melodías relacionadas han recibido duras críticas. ¿Estamos ante el ocaso de la inspiración musical mundialista?
Escribe: Diego Pajares Herrada
En el videoclip de “Colors”, uno de los tantos temas inspirados en el mundial Rusia 2018 que han aparecido en las últimas semanas, Maluma entra a un estadio sin público y mete el gol más fácil del mundo: patea a un arco vacío, sin arquero.
Para el periodista argentino Roque Casciero, subeditor de “Página 12”, esta curiosidad podría interpretarse como un símbolo, un indicador del bajo nivel que presentan actualmente los temas que pretenden musicalizar el encuentro deportivo internacional más popular. “El fútbol tiene un poco más de sangre, otros condimentos que no están reflejados en esas canciones”, sostiene.
La canción oficial de la FIFA es otra. Se llama “Live it Up” y está a cargo de Will Smith y Nicky Jam, acompañados por la kosovar Era Istrefi. Sus influencias incluyen el reggae y la música electrónica; sus carencias tienen que ver con el buen gusto. “Me parece que es una gran canción para el mundial de Play Station ─dispara Casciero─. Se nota que está hecha por gente que no tiene idea de lo que es el fútbol y que nunca ha disfrutado nada que tenga que ver con ese deporte”.
FIEBRE EN LOS NOVENTA
En la línea de tiempo de las canciones de los mundiales, el año cero estaría marcado sin duda por “La copa de la vida”, tema interpretado por Ricky Martin para Francia 98, quizás la melodía de mayor trascendencia y recordación de un mundial. Los dos mundiales anteriores ─Italia 90 y Estados Unidos 94─ tuvieron canciones interpretadas en italiano e inglés, haciendo que el oyente se acercara al mundial a través de la singularidad del país anfitrión.
Después de Francia 98, con excepción de Japón-Corea 2002, las canciones oficiales de los mundiales fueron interpretadas por superestrellas del pop. Entonces llegaron Shakira, Pitbull, Jennifer López, Maluma y demás artistas. “Las canciones se convierten así en vehículos para llegar a una audiencia masiva, y esto no ocurría en Italia 90 y Estados Unidos 94, con canciones hechas para emocionar al aficionado al fútbol”, señala el crítico musical Francisco Melgar.
Que los personajes del momento interpreten las canciones de los mundiales hoy en día no es necesariamente malo, pero el análisis debería ir más allá de los gustos. ¿Las canciones inspiradas en Rusia 2018 realmente capturan la esencia del fútbol? Francisco Melgar lo explica así: “Se ha añadido una nueva capa de espectacularidad al mundial y quizás se haya logrado llegar a una audiencia más grande. Pero lo que se ha perdido en el camino es lograr transmitir la emoción que vive el aficionado”.
La lista es amplia. Además de “Live it Up” y “Colors”, han aparecido “United by Love” (Natalia Oreiro), “Positivo” (J Balvin), entre otros temas. Ninguno se ha instalado en la mente del hincha como, sin ir muy lejos, el famoso “Waka Waka” de Shakira. “Y ni qué decir de ‘Notti Magiche’ [canción del mundial Italia 90] que acá [en Argentina] sigue siendo un himno ─agrega, por su parte, Roque Casciero─. Esa, la de Ricky Martin, la de Shakira, me parece que son canciones que enganchaban no solo con el espíritu de la época y con lo que el mercado quería, sino que cuajaban con el fútbol”.
Tal vez haya que hacer el ejercicio de volver al origen y buscar aquellas melodías que realmente traten de calar en los aficionados capturando la esencia del fútbol con emociones que fluyan desde la propia cultura rusa. Un buen ejemplo es el de la cantante rusa Polina Gagarina quien se acerca a los clásicos con “Team 2018”, canción que podría quedarse en el olvido ante la sobreexposición que obtienen las superestrellas y que tiene una versión en español. Tarea pendiente.
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