Moraima Cavero, hija del recordado intérprete criollo, hurgó en el legado de su padre y compartió lo que rescató en una conversación con RPP Noticias.
Crecer siendo la hija de un ícono del criollismo como Arturo 'Zambo' Cavero no fue una experiencia común, pero sí un privilegio para Moraima. Los recuerdos y las anécdotas sobre su padre aún permanecen indelebles en su memoria y en cada rincón de su hogar, donde la música y la lectura jugaron un papel significativo.
"Yo me siento un ser humano privilegiado. He tenido una educación llena de estímulos culturales en varios aspectos. Mi padre y mi madre eran ávidos lectores, unos melómanos increíbles. En la casa se escuchaba música de todos los países, de todas las vertientes. Era una casa muy musical", cuenta Moraima Cavero a RPP Noticias.
El tiempo que te quede libre...
A pesar de los viajes y compromisos laborales, el 'Zambo' siempre encontraba la manera de pasar un momento de calidad con su esposa y sus tres hijas, una demostración de su amor y compromiso familiar.
"Tuve un papá por temporadas muy ausente por los viajes de trabajo, eso es lo que más me ha chocado, pero nunca no presente. Cada vez que se iba de viaje nos llamaba muchas veces para saber cómo estábamos. Utilizaba muy bien esos espacios de tiempo libre y con calidad, porque era un hombre al que yo siempre vi trabajar, estudiar y jaranear".
Para Moraima, el talento de su padre era innato. Desde joven, sintió una profunda conexión con la música. Su dedicación constante por esta expresión artística lo convirtió en una leyenda del cancionero criollo.
"Yo creo que el talento vino en su ADN. Él nació en un solar de la avenida Abancay y muy cerca había un centro musical llamado Tipuani, de chiquito iba y escuchaba a los artistas. Cuando cumplió los 16 años se paraba en la puerta de un famoso lugar nocturno llamado el 'Negro-Negro'. Era tanta su insistencia por entrar al lugar que se hizo amigo del señor de la puerta, hasta que un día lo dejó entrar".
Luego de quedarse encantado con la música, Arturo salía del local a su casa, contento de haber escuchado en vivo a las estrellas del momento. Un día pudo reemplazar en la batería a uno de los músicos del lugar, y ahí empezó todo.
"Mi papá siempre ha sido muy artista, participaba en la banda del colegio, siempre buscó el momento. Él sentía una necesidad de expresarse mediante la música".
Cuando el 'Zambo' ya participaba del staff de músicos y bailarines del conjunto Gente Morena, en una de las presentaciones logró cantar con el artista cubano Benny Moré, uno de sus máximos ídolos. "En casa teníamos varios discos de vinilo de Benny Moré y cuando llegaron los CDS, se compró todas las reversiones que existieron".
Somos tus hijos y nos uniremos...
"Son un misterio sin resolver", así define Moraima el binomio Arturo 'Zambo' Cavero y Óscar Avilés, formado en 1970 y respaldado por la pluma creativa de Augusto Polo Campos. Seres destinados a encontrarse para cautivar e inspirar a generaciones enteras.
"Yo tengo una máxima admiración por don Óscar Avilés, me parece un eximio guitarrista. Verlo en la casa en un ensayo, creo que es todo un privilegio en la vida. Yo, de verdad, espero que algún día se pueda dar un dúo de ese nivel, calidad y sintonía para que nosotros podamos ser los beneficiados".
"Respeto y admiro la carrera de muchos artistas, pero no sé si mi filia como hija me nubla el juicio, pero a ellos los considero irrepetibles e increíbles. Sin embargo, guardo la esperanza de que gente con ese nivel salgan como canchita".
Moraima cree que el hito más importante en la trayectoria de Arturo 'Zambo' Cavero fue en 1987, cuando la Organización de los Estados Americanos (OEA) lo condecoró junto a Oscar Avilés, Luis Abanto Morales, Jesús Vásquez y Augusto Polo Campos, por su contribución a la música de las Américas. Ese día los presentes en la ceremonia fueron testigos de la versión más conmovedora de Contigo Perú.
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Moraima cuenta que Arturo era de buen diente, pero su apetito voraz también salía a relucir al momento de escuchar música, pues era un melómano apasionado. Los valses criollos, la música cubana y las obras maestras de jazz, se escuchaban con frecuencia en su reproductor musical.
"Una de sus canciones favoritas era La oración del labriego, de Felipe Pinglo Alva. Me acuerdo y se me pone la piel de gallina de ver a mi padre dejar el alma al interpretar esa canción. Arturo era una persona que consumía música de manera voraz, pero hay una canción que marcó mi infancia, y creo que también la de mis hermanas; se titula Take Five, de Dave Brubeck, no sé por qué la repetía tanto y la disfrutaba tanto. Es que el jazz te permite tanta improvisación que todos nos poníamos eufóricos, es una canción que ha marcado mi infancia".
El hogar de Arturo 'Zambo' Cavero también era un punto de encuentro para grandes estrellas de la música. La presencia de artistas de renombre internacional era un testimonio de su influencia y alcance en la industria.
"Haber llegado un día a mi casa y haber encontrado a la señora Celia Cruz con su esposo Pedro Knight, me pareció increíble. Me acuerdo mucho que mi mamá celebraba el cumpleaños de mi papá, y una vez hizo una cena show en un local, mi papá dijo que venía su amiga de Argentina, pero no sabíamos que se refería a la misma María Martha Serra Lima. La celebración no tenía cuando acabar porque la seguíamos en casa".
Dijiste adiós
Arturo 'Zambo' Cavero tuvo al final de su vida la intención de escribir sus memorias, y aunque no llegó a terminarlas, dejó material que se ha recuperado y al que Moraima intenta dar forma.
"Mi padre se quedó con ese sinsabor de no poder escribir sus memorias. Después de bucear un poco encontré unas anotaciones, pero no tienen un orden lógico. Hay algunas canciones inéditas, pero no creo que sea prudente publicarlas, todavía lo estoy evaluando".
Además de su legado musical, Arturo fue un defensor incansable de la educación, su destacada labor como docente fue reconocida con las Palmas Magisteriales; no es de extrañar que uno de sus más grandes sueños tuvo que ver con esa profesión.
"Su máximo sueño iba dirigido por su lado educador; creo que uno de sus más grandes anhelos y preocupaciones iba por el lado de la educación en el Perú. Él estaba convencido de que la educación es lo único que nos hace libres, que nos empodera o que nos abre el camino. Creo que ese ha sido el más grande sueño de Arturo 'Zambo' Cavero, que la educación en el Perú sea de calidad, democrática y accesible para todos".
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