Lo grave es que lleguemos a esta polarización con una descentralización mal hecha, obras paralizadas y ausencia de interlocutores capaces de traducir el descontento en propuestas realizables.
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Hemos comenzado el año 2023 bajo el signo de la esperanza y la inquietud. El gobierno busca una estrategia para durar, mientras que la oposición se halla reducida a los sectores políticos que apoyaron al expresidente golpista Pedro Castillo. Tanto el gobierno como la oposición van a definirse en función de lo que sean capaces de hacer ante al descontento popular y las amenazas de paros y movilizaciones. La manera rápida como las protestas dieron lugar a violencias, incendios y tomas de aeropuertos hace temer que existan actores interesados en atizar el fuego de la cólera y la confrontación. Hemos llegado hasta a escuchar voces de demagogos que juegan con la idea de desmembrar nuestro país, para que, por ejemplo, el Sur pueda liberarse del supuesto sometimiento a los intereses de Lima. Pero, ¿es cierto que la línea de demarcación separa a la capital de las regiones? El historiador Carlos Contreras contesta claramente que no. Contreras pasa revista en La República a “intentos secesionistas en el pasado”. Citando al historiador norteamericano Paul Gootenberg, Contreras afirma que desde tiempos prehispánicos nuestro territorio ha vivido una suerte de tensión entre “un norte con valles agrícolas muy fértiles y una cercanía al mar que le da proyección comercial” y las tierras del sur andino que han sido propicias para el pastoreo. Contreras recuerda que Alan García llegó a plantear que la capital se trasladara al valle del Mantaro. En cualquier caso, lo grave es que lleguemos a esta polarización con una descentralización mal hecha, obras paralizadas y ausencia de interlocutores capaces de traducir el descontento en propuestas realizables. “La clase política ha defraudado la confianza del país”, sostiene Contreras. Y en efecto, para confirmarlo basta constatar los bajos niveles de ejecución presupuestal y los altos niveles de corrupción, en el Norte, en la capital y en el Sur.
Las cosas como son
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