Un informe de la Defensoría del Pueblo evidencia además que 190 puestos de vigilancia a nivel nacional no cuentan con el armamento necesario, ni con los medios para comunicarse.
Alrededor de 30 puestos policiales o comisarías a nivel nacional se encuentran en situación de “alto riesgo”, es decir, tienen puntos críticos de seguridad en su estructura, en su sistema de señalización y en sus instalaciones eléctricas.
Así lo revela un informe elaborado por la Defensoría del Pueblo el cual muestra que las comisarías y puestos fronterizos de la Policía del Perú tienen serias carencias y deficiencias.
Para la elaboración de este informe se evaluó 328 comisarías y 11 puestos de vigilancia fronterizos en 22 regiones de nuestro país, en los cuales la Defensoría comprobó que 190 puestos de vigilancia internos (más del 50% de los supervisados) no tiene suficientes vehículos, armamentos, municiones o gasolina para realizar sus actividades.
Asimismo, revela que 244 comisarías (más de 70% de las analizadas) no tienen suficientes computadoras ni impresoras, mientras que 108 sedes policiales carecen de teléfonos o radios para comunicarse.
De igual manera, indica que 164 puestos policiales no tienen ambientes idóneos para atender denuncias o tomar declaraciones que necesitan de privacidad, como las de violencia sexual o familiar, mientras que 30 comisarías no cuentan con celdas diferenciadas para hombres, mujeres y adolescentes.